18 abril 2024

Casi sin darnos cuenta, con una rapidez pasmosa, llegó el sábado 15 de Agosto, último día del festival Sonorama Ribera 2015. La fiesta nacional por excelencia se celebra en las calles de Aranda de Duero, atestadas de gente de todas las edades (jóvenes con la mayoría de edad recién cumplida que se estrenaban en el mundo de los festivales, asistentes habituales, padres con niños y vecinos que se unían a la fiesta de su localidad). La Plaza del Trigo es sin duda el epicentro del festival, pero a veces su acceso se hace imposible. Cada vez son más las personas que se apiñan en la mítica plaza arandina, cerveza en mano, para ver lo que los grupos (en su mayoría, noveles), les tienen que mostrar. El sábado fue el turno de Tórtel, Señores y Rufus T. Firefly.

Sin embargo, sus actuaciones se quedaron ligeramente eclipsadas por la sorpresa que la organización del festival Sonorama Ribera tenía preparada. Un poco más allá de las 3 de la tarde, un grupo de artistas consagrados del panorama musical español fueron desfilando por el escenario de la Plaza del Trigo para interpretar las canciones de otros compañeros. Así, Xoel López se puso en la piel de Iván Ferreiro para cantar “Turnedo”. Zahara, a su vez, interpretó la archiconocida “Que no” del artista gallego. Sidonie se decantó por Love of Lesbian, Smile le doy su toque particular a “On my mind” de los míticos The Sunday Drivers. Pucho versionó a Leon Benavente y Angel Stanich a Lori Meyers.

20476113979_278d947977_z

Foto: Rodrigo Mena Ruiz

20424851728_404e3f88c6_z

Foto: Diego Santamaría

Para aquellos que no puedan acceder a la Plaza del Trigo (creedme, cada año es un deporte de mayor riesgo), yo les recomiendo otra de las grandes plazas de la localidad burgalesa; La Plaza del Rollo. En ella, Las Despechadas Pinchadiscos nos hicieron bajar la maravillosa comida arandina.

Pero vayámonos al Recinto Ferial. El primer concierto de la tarde, ese que abre la jornada nocturna, siempre es el más complicado. Este año el calor no era una escusa, se agradecían los rayos del sol que se asomaban tímidos entre las nubes. Sin embargo, Ángel Stanich consiguió congregar a una multitud de gente que coreaba sus canciones, portaba bolsas con su cara y caretas de su carismático bajista; Alex Izquierdo. A base de certeros acordes, canciones cargadas de letras agudas, una banda irreprochable y sus golpes de melena, Ángel Stanich dio uno de los mejores conciertos del festival, que sin duda se hizo escaso y en el que tuvo que optar por sus “hitazos” “El outsider”, “Mezcalito”, “Carbura” y por supuesto, su celebrado “Metralleta Joe”, una pena que cortasen el sonido en el apogeo final.

En ese mismo escenario, a las diez de la noche, Bigott comenzó uno de los conciertos más divertidos del festival. Con sus canciones sencillas pero infalibles, sus contoneos sobre el escenario y la continua interacción con el público (¿quieres una púa? ¿Pero para qué, para qué quieres una púa?), arrancó sonrisas continuas a los asistentes que esperaban con anhelo su célebre “Cannibal Dinner”, aunque, a mí personalmente, me conquistó con las canciones de su último trabajo, como la emotiva “Baby Lemonade”.

20612358731_7641e1d276_z

Foto: Jacobo Revenga

Acto seguido, Anna Calvi aparecía totalmente de negro, sobre el escenario Ribera del Duero. Para mí este era uno de los conciertos más importantes de la actual edición del festival Sonorama Ribera 2015, pero creo que discrepé con gran parte de los asistentes. Muchos de los que estaban “viendo” a la británica, realmente lo que hacían era reservarse un sitio en las primeras filas con un solo grupo en mente; Vetusta Morla. Esto hubiese sido un acto totalmente respetable si no se hubiesen pasado todo el concierto de la británica hablando (seguro que el grupo de chicas que estaban a mi lado se sienten identificadas). Así que para mí, la increíble voz de Anna Calvi, su asombrosa forma de tocar la guitarra (si tenéis oportunidad, disfrutad de uno de sus directos para saber de lo que estoy hablando) y sus cuantiosos temazos (“Suddenly”, “Eliza”, “Suzzane and I”) se vieron ensombrecidos por las molestias ocasionadas por unas cotorras irrespetuosas.

Así que, teniendo en cuenta que hora y media antes de que diese comienzo el concierto de Vetusta Morla ya había gente haciéndose hueco para verlos bien de cerca, os podéis imaginar cómo estaba el Recinto Ferial cuando por fin dio comienzo la actuación de los madrileños. Juego de luces espectacular, puesta en escena atractiva y canciones célebres que pasaran a anales de la música patria, de hecho, lo han hecho ya. Todo eso y más fue el concierto de Vetusta Morla, irreprochable. Sin embargo, escuchado desde más allá de la torre de sonido (era imposible avanzar entre la gente), no se podía apreciar adecuadamente las canciones de los madrileños.

20612199915_5841acd028_z

Foto: Diego Santamaría

Lo único bueno, que nos reportó ver el concierto de Vetusta Morla desde tan lejos fue la cercanía al Escenario Castilla y León en el que, pasadas las 2 de la madrugada, comenzó el concierto de Neuman. Después del concierto vivido en Marzo en la Sala Porta Caeli de Valladolid, que resultó un pequeño desastre debido a varios factores, el directo de los murcianos lo esperaba con muchas ganas. La interacción con el público volvió a ser prácticamente nula, pero al menos, los temas sonaron bien y así pude por fin disfrutar de canciones memorables como “Bye Fear/Hi Love” o la no menos emocionante “Tell you”.

20612127545_b4e325e625_z

Foto: Diego Santamaría

Y así, saliendo del recinto al ritmo de Sidonie, pusimos punto y final a una pasada edición del festival Sonorama Ribera 2015 que, al igual que las anteriores, nos ha proporcionado un buen saco de recuerdos en los que recrearnos hasta la próxima edición.

¡Larga vida al Sonorama Ribera!