
‘El músculo revival del soul’ : Don West. Sala Villanos. Madrid. Septiembre 2025
En este amplio océano de propuestas musicales es complicado encontrarse con algo que desprenda ese mínimo punch dentro de un estilo que haga que salten las alarmas de que estemos ante ese próximo next big thing. Según el género esto es más o menos complicado, dentro del pop, y más dentro del pop nacional, muchas propuestas infames se coronan con numerosas Rivieras en un intento de hacerlo, pero otros muchos empiezan desde abajo, ganándose esa posición desde la que el escalado es trabajado y la bajada no será tan en picado. Así es el caso de Don West, el australiano y su banda vienen preparados para revolucionar un soul clásico y darle esa cadencia necesaria para apostar por esas bases de neo-soul, blues, r&b y llenarle con la dosis necesaria de moderneo aderezando el sonido Motown. Vamos a ver, las cifras hablan por si solas, millones en streaming, salas que cuelgan el todo vendido y una presencia que arrolla desde Australia hacia otros destinos, salto de canguro y bien dado.
Y es que sumergirse en sus composiciones es acariciar instrumentos que rezuman ese soul clásico y una producción que apela al sonido analógico, un disco hipnótico, entre el lujo para todos y la crudeza, un gospel ligero y un groove que ya quisieran muchos. Todo ello como podéis imaginar aupa el balance entre lo moderno y lo vintage con desparpajo.
Lo vivido en la Sala Villanos en septiembre puede que no estuviera a las expectativas de lo generado, varios motivos dan solidez a este argumento. Primero, las salas ya se están convirtiendo en reductos de parlanchines que van a hacerse la foto y a cantar la canción que uno se sabe o le suena, el ocio caro, como comentaba un tipo un día en La Riviera, no se quien toca pero me sale más barato esto que ir de cena por ahí…sin palabras me quedó, y esto mismo sentí en la zona en la que me coloqué en la Villanos, guiris parlanchines, citas con la previa a modo de directo y luego gracias a dios gente que resoplaba y chistaba a esa maraña de gente que está por estar, la que quería disfrutar. Segundo, la propuesta en directo de Don y los suyos se hizo lineal, salvo unas cuantas ocasiones no consiguieron transmitir ese punch de lo novedoso y portentoso a su público. A la banda le falta un poquito de vidilla, y a él le falta aún un poco más de clase en su live, más allá de esa figura imponente, ese soulzenegger como comentábamos en la sala, a Don le falta creerse lo que es. Quizás no teníamos el día, ni yo ni él.
Pero no se me malinterprete, Don West tiene un inmenso potencial. Su música pesa y su presencia no solo decora, sino que solidifica algo en lo que cree pero que en ocasiones se resiente por el rodaje. Pero bueno todo se templa cuando haces un repaso de algunos de sus momentos álgidos, esos que transitan entre ‘If I Had You’, ‘Give Me All Your Love’, ‘So High’ o ‘Send It Back’, momentos mega destacados de la primera mitad del directo.
La intensidad sube, pero cual rollercoaster, hay bajadas innecesarias y quizás, reconstruyendo la velada, fue aquí donde pudo haber hecho más por un público, que a pesar de todo, estaba encendido y dispuesto a darlo todo por la banda en escena. ‘Did You Have To Go?’, ‘Rather Be’, ‘Never Love’, ‘Julia’ o ‘Small Change’ iban siendo espetadas unas con mayor gloria que otras, y trasladándonos a tiempos mejores, o al menos haciéndonos rememorar que hay estilos muy vivos y que siguen teniendo un público tan heterogéneo como audaz.
En definitiva un soul con nervio, al que le queda hacer esa explosión en vivo, un soul que tira de emociones, que intima y que se respira, un refugio al que volver cuando el mundo se te haga bola, porque cual Atlas, Don te pillará entre sus brazos y te levantará con su particular músculo revival.