6 diciembre 2024
Sin título

Hace unos días entrevistamos a Juan Aguirre, el cincuenta por ciento de Amaral, con motivo de la gira que les esta llevando por toda España para presentar su último disco; Nocturnal. Este sábado, la banda zaragozana hará escala en el Polideportivo Pisuerga de Valladolid.

En el SOS 4.8 de Murcia comenzó la gira de vuestro nuevo disco Nocturnal que os va a llevar toda España. ¿La puesta en escena de Nocturnal es más impactante y cuidada que en otras ocasiones? ¿Por qué le habéis concedido tanta importancia a la escenografía en este disco? 

Siempre nos hemos preocupado por la parte visual. Lo que ocurre es que en esta gira, quizás la parte visual esta mucho más integrada con la música y con las canciones y hay como una unidad que tiene que ver con el disco. Como casi todas las cosas que hacemos no hay un porqué muy racional, son decisiones tomadas de una forma impulsiva. Todo esto nace cuando todavía no habíamos terminado de grabar el disco y Eva empezó a hacer fotografías para que formasen parte del arte del disco. La idea nace ahí, se va desarrollando, la ponemos en común con un par de amigos que entienden perfectamente la identidad del grupo y ellos la materializan. Tiene que ver mucho con el universo que pretenden exponer las canciones.

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Fotografía: Manu Notario

En estos primeros conciertos que habéis dado, ¿cómo sentís la acogida del disco por parte del público?

Estamos muy impresionados porque realmente, aunque ni Eva ni yo nos hemos preocupado de las cifras, fuimos la banda que más gente congregó en el SOS 4.8, más que bandas internacionales. De hecho, nosotros participamos en el festival porque teníamos ganas de ver a otros grupos, más como aficionados a la música que como integrantes de una banda. Cuando salimos a tocar, nos quedamos flipaos de la cantidad de gente que se había congregado allí. Lo único que podemos decir es “un millón de gracias”. Aparte de dar las gracias a través de un medio como vosotros, lo único que podemos hacer es salir al escenario y tocar como si fuera el primer día de nuestra vida. La música es lo que nos mueve y lo que nos ha traído hasta aquí. Tenemos una sensación de agradecimiento muy grande hacia toda la gente que asistió al SOS, a Bilbao, a Valencia (que coincidió con la final de la Champions).

Ahora es frecuente veros en numerosos festivales en los que compartís cartel con grupos de la escena independiente. Como grupo ya consagrado, ¿cómo veis la escena musical española y sobre todo, el crecimiento de estos grupos “independientes”?

Conocemos a la mayoría de bandas con las que compartimos cartel en festivales y con muchos de ellos hemos tocado en conciertos, bien como invitados en sus conciertos o ellos en los nuestros. Nosotros no pensamos que tengamos una posición consagrada. Sentimos que tenemos siete discos pero es como si estuviésemos empezando y nos quedasen muchas cosas por aprender. Hemos autoeditado cuatro discos desde 2007, editábamos nuestros discos con una compañía que desapareció y  decidimos autogestionarnos por mantener nuestro sistema de tocar y grabar. El boca a boca hizo que el grupo creciera de una forma que no esperábamos. Por lo tanto, entendemos perfectamente todo el número de bandas que se mueven entorno a internet. No solo lo entendemos sino que lo aplaudimos.

Sumergiéndonos más profundamente en el disco me gustaría saber que diferencia a Nocturnal de vuestros anteriores trabajos.

Desde un punto de vista formal, creo que la base rítmica es más protagonista, es más contundente. Antes, quizás, nos centrábamos más en las melodías de voz y de guitarra, pero esta vez hemos crecido más hacia el lado de las bases rítmicas.

Respecto a lo que cuentan las canciones, creo que hemos encontrado una forma de escribir en la que expresamos mejor los estados de ánimo de cada una de las peliculillas del disco. Cuando una canción tiene que expresar felicidad, es bastante extrema, pero cuando queremos expresar desolación o incertidumbre o las emociones que siente una persona que vive en Madrid o en Zaragoza, lo explicamos de una manera que el oyente se puede sentir más identificado, aunque es un poco pronto para decir esto.

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Foto: Javier Soto Azpitarte

Con “Ratonera”, ya dejabais muy claro vuestro inconformismo con la situación que viviendo este país. En Nocturnal, numerosas frases parecen hacer referencia a esta situación en temas como “Llevame muy lejos”, por ejemplo. Además, se advierte cierto aire de desilusión en canciones como “Nadie nos recordará” o “Unas veces se gana y otras se pierde”. ¿De qué manera vuestras canciones se han empapado del ambiente social que impera en España estos últimos años?

Casi todas las canciones hablan de relaciones interpersonales y de encuentros entre personas cuando cae el sol y la gente se libera en las ciudades que conocemos. Aunque hagamos una fotografía de esos personajes, en toda fotografía hay un entorno. Nos es nuevo para nosotros que salga el entorno en el que esas canciones han sido compuestas. En nuestras canciones se ha filtrado lo que estaba pasando y no porque nosotros estuviésemos viviendo una situación nueva. Venimos de dos barrios de Zaragoza de los que no es fácil que salgan grupos de música porque no son barrios de clase alta, son barrios de la periferia de la ciudad. Muchas de las cosas que se viven ahora ya las vivimos siendo adolescentes; familiares nuestros que no tenían trabajo o barrios dejados de la mano de Dios. La primera canción que sonó nuestra se llamaba “Rosita”, eramos muy críos, estábamos aprendiendo, hablaba de una niña que pedía en una plaza de Zaragoza. “Salir corriendo”, hablaba del maltrato y pensamos que tenía fecha de caducidad. En 2004 escribimos “Revolución” mucho antes de que surgiesen los movimientos sociales como el 15M. Cuando hicimos “Ratonera” no entendimos la polémica, muchas canciones nuestras han creado polémica. Cuando Eva escribió “Salir corriendo” recibió insultos de algunos grupos, incluso un grupo que se ha hecho muy popular ahora la llamaron frígida. Hemos aprendido a vivir con que haya gente a la que le molestan nuestras canciones.

También tiene un peso importante en este disco el componente cósmico y la naturaleza. ¿Cómo fue el proceso de composición de estos temas para verse salpicados por este tipo de inspiración?

No tenemos ningún método para escribir. A veces usamos imágenes de la naturaleza y de ciencia ficción para hablar de cosas muy cotidianas. Tenemos una visión de la naturaleza idealizada. Pero no sabríamos explicar muy bien porqué, habría que psicoanalizarnos para saber porque usamos ese tipo de cosas.

En “Unas veces se gana y otras se pierde” decís “el pánico al fracaso me detiene”. ¿Habéis dejado de hacer cosas a nivel musical por miedo al fracaso?

La verdad es que no. Cuando empezamos a tocar no podíamos imaginar lo que iba a pasar. Hacíamos sencillamente lo que queríamos. Cuando vimos que el proyecto iba creciendo y nos superaba a nosotros mismos, adoptamos la actitud de olvidarnos un poco de lo que ya hemos hecho y de ironizar bastante sobre el éxito forma parte de nuestra propia identidad. Si hubiésemos buscado el éxito en si mismo, hubiésemos hecho otras cosas y probablemente nos habría salido mal. La música es algo imprevisible a lo que no se le puede poner barreras.