19 abril 2024

Empecemos por el final.
Mike Farris vuelve al escenario después de noventa minutos de ceremonia musical como nunca se ha visto en esta ciudad. Agarra su Ephiphone roja de caja hueca, ajusta la afinación y acariciando suavemente unos acordes que suenan tímidos comienza a interpretar el tema de los Screamin Cheetah Wheelies “Gypsy Lullaby” y en ese preciso momento mi estómago se encoje, el vello se pone de punta y comienzan los cuatro minutos más conmovedores que servidor ha presenciado en su vida en una sala de conciertos desde que escuché cantar en solitario “Mistreated” a Glenn Hughes por primera vez en el 2002.
No hay nada que pueda compararse a esta sencilla y sincera interpretación de una de las grandes joyas que nos dejaron los años 90 por gracia de uno de los mejores discos editados en esa década, el arrebatador “Magnolia”.
Se que es injusto resumir las dos horas de increíble espectáculo, que poco más de un centenar de aficionados (¡que pobre entrada para un concierto de este calibre en nuestra ciudad!) pudimos disfrutar en ese momento, pero el sentimiento conmovedor que fue capaz de transmitir este genio de Nashville con el único acompañamiento de su guitarra fue desgarrador.

Y eso que tan solo necesitó un par de temas, el inicial “Your love is lifting me higher” entonado como auténtico cántico espiritual soul y “Oh, Mary Don’t You Weep”, dos versiones clásicas con las que se metió al público en el bolsillo y le hizo levantarse de los numerados asientos asignados para acercarse a disfrutar de la liturgia que impartió entre los presentes. Pero el pastor no acudió solo, y para movilizar las almas, los corazones y las caderas de sus fieles en este día venía acompañado de sus mejores armas, su banda de cabecera: THE ROSELAND RHYTHM REVUE, un conjunto de músicos de aspecto sobrio y maestría ejemplar en el que destacaron dos increíbles voces que daban la réplica a Farris, The McCrary Sisters, y que fueron mucho más que un grupo vocal de acompañamiento, haciéndose cargo en varios momentos del peso del show, a instancias de Mike, con largas improvisaciones como en el final de la nueva “Power of Love”, uno de los momentos estelares de la noche o en la espectacular “Change Gonna Come” de la que llevaron el protagonismo, o en “Take You There”, que a pesar de su comienzo guitarrero, otra vez la imagen de los Screamin´ pasó por mi cabeza, fue un trallazo de soul clásico ,quizás fueran las voces y sobre todo los coros, las más perjudicadas en la mezcla final del sonido de la sala ya que estaban ligeramente bajas, pero el torrente vocal de todas ellas hacían que en los momentos de más relax llegaran a nuestros oídos en mayor medida directamente de sus gargantas que a través de los micrófonos.

Pero todos tenían su espacio en el concierto e incluso su bajista fue empujado por Farris al frente del escenario durante la interpretación de “Selah! Selah!”, con otra exhibición vocal de Mike, para una improvisación vocal que desembocó en una versión de “Papa Was a Rollin´ Stone” y un solo de batería de ritmo jazzero que recibió una gran ovación como el que nos obsequió su pianista en “When The Circle Be Unbroken” con su sonido New Orleans y uno de los momentos más extraños de la noche fue el “solo de pandereta” de una de las vocalistas, alentada por el genio de Nashville, en el tramo final de “Good News” cuyos acordes rockeros se fundieron con el estribillo de “Jumpin´ Jack Flash” de los Stones (curiosa la presencia de sus “satánicas majestades” en esta ceremonia) mientras Farris gritaba “Jesus Loves Me, Take My Hand” y por un momento todos los presentes eran transportados a alguna iglesia gospel de Philadelphia por obra y gracia de la música.

Pero esta época cristiana de Mike Farris, después de sus desvaríos con drogas y alcohol que casi le borraron de este mundo con una sobredosis cuando apenas tenía 21 años, hace que el trasfondo de las canciones vaya más allá de la mera interpretación y su mensaje espiritual de celebración alcance incluso a los más escépticos. De otra manera no se puede explicar el sentimiento que surgió en la sala cuando entonó el clásico de Sam Cooke “A Change Is Gonna Come” con su ritmo folk mientras las McCrary Sisters nos estremecían con sus voces y el tema derivaba hacia el “Troubled of the world” de Mahalia Jackson, “I´m Going Home To Live With God” rezaba Farris en un llanto gospel mientras algunos tratábamos de contener la emoción, como ocurrió cuando a capella entonó el principio de “Sit Down Servants”

Como toda ceremonia que se precie se dejó para el final un apoteósico “I´m Gonna Get There” con toda la audiencia bailando, saltando y entonando la replica del estribillo a un Farris que abandonó definitivamente el micro y cantó a pulmón mientras agradecía a los presentes su entrega y comunión con el show. Como decía un poco más arriba uno de los mejores conciertos que se han vivido en esta ciudad, por parte de un músico que ha mutado su carrera musical, como ya les ocurrió a otros anteriormente, hacia el cristianismo, algo que por encima de consideraciones religiosas, no ha impedido que podamos seguir disfrutando del poderío vocal de un cantante en estado de gracia.
Con exhibiciones como esta desde mi más sincero ateismo solo puedo decir “AMEN”.

MIKE FARRIS SET LIST VALLADOLID

1- YOUR LOVE IS LIFTING ME HIGHER
2- OH, MARY DON´TO YOU WEEP
3- CAN´T NO GRAVE HOLD MY BODY DOWN
4- STREETS OF GALILEE
5- PRECIOUS LORD TAKE MY HAND
6- GOOD NEWS (JUMPIN´JACK FLASH)
7- POWER OF LOVE
8- SIT DOWN SERVANT
9- CHANGE IS GONNA COME / TROUBLED OF THE WORLD
10- WHEN THE CIRCLE BE UNBROKEN
11- TAKE ME (I´LL TAKE YOU THERE)
12- SELAH!, SELAH! (PAPA WAS A ROLLIN´ STONE)
13- GIPSY LULLABY
14- I´M GONNA GET THERE

2 comentarios en «Mike Farris @ Teatro Carrion, Valladolid vive la música, 12/10/2010»

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