16 abril 2024

Red Fang son una banda de stoner rock originaria de Portland, Oregón, que debutó en 2009 con un primer disco homónimo en el que se recogían un puñado de temas con potentes riffs y buena pegada (a destacar ‘Prehistoric Dog’ y su desternillante videoclip). Un primer trabajo notable, pero tal vez algo carente de cohesión en su conjunto, puesto que en el fondo se trataba una recopilación de temas editados previamente en dos EPs diferentes. En ese sentido, podríamos afirmar que la nueva obra de Red Fang, que lleva el sugerente título “Murder The Mountains”, es realmente el primer álbum como tal de la banda.

“Murder The Mountains” supone una clara evolución en el sonido de Red Fang, que recoge influencias que van desde los ecos del desierto californiano de Kyuss (algo especialmente patente en cortes como la estupenda ‘Number Thirteen’) hasta el sludge paranoico y cañero de formaciones más recientes como Mastodon. La mezcla puede no parecer excesivamente original, pero no por ello resulta exenta de personalidad. Suciedad, distorsión, guitarras pesadísimas y voces rasgadas aderezadas con pasajes de psicodelia y salvajismo roquero son elementos que describen con veracidad lo que nos vamos a encontrar al darle al play.

El primer single, ‘Wires’, es un magnífico resumen de lo que ofrece “Murder The Mountains”: un tema denso, con cambios de ritmo bien elaborados y, además, rematadamente pegadizo. Otro de los momentos álgidos del disco son los más de seis minutos de ‘Throw Up’, que avanzan con una contundencia implacable y cuya agresiva cadencia nos recuerda la vital importancia que Black Sabbath ha tenido en el nacimiento de los subgéneros más duros del rock y el metal. Por otro lado, también aparecen cortes más breves, rápidos y cargados de energía; puñetazos en la cara como ‘Hank Is Dead’ o ‘Dirt Wizard’. El álbum echa el cierre con ‘Humand Herd’, canción melódica e hipnótica que nos retrotrae al sonido de los Queens Of The Stone Age primigenios.

En definitiva, nos encontramos ante un trabajo más que solvente, de esos que incitan a menear instintivamente la cabeza y que no sólo resulta divertido y satisfactorio desde el primer momento, sino que crece con escuchas posteriores. Sin duda, un paso firme en la dirección correcta hacia la futurible obra que defina por completo el estilo de Red Fang y los convierta en referente de un género al que, por el momento, no le faltan pretendientes.

httpvhd://www.youtube.com/watch?v=-q8DppYVEL8