
Lejos queda aquella joven banda de siete músicos que nos encandiló con «Dreaming Of You» y su pop-soul contagioso. Han pasado casi 15 años y han desaparecido de las portadas, de los Brit Awards y del falso encasillamiento en el Brit Pop tardío. Liderados por los hermanos Skelly (Ian a la batería y James a las voces y guitarras) los de Liverpool han ido publicando hasta siete discos en los que el folk-pop y la psicodelia han sido sus influencias y en la que los ritmos su gran arma.
Ahora con el nuevo disco han incorporado a Paul Molloy de The Zutons (también de Liverpool) y se han encrudecido en cierto modo armándose de guitarras poderosas y mirando hacia el Krautrock, el garage y el blues, junto con una explotación de los sintes sin perder su identidad. De portada siniestra, «Distance Inbetween» incluye psicodelia guitarrera para no dejar de bailar («Miss Fortune», «Million Eyes» y «Holy Rebelation» ) , baladas al son de los sintetizadores («Beyond The Sun», «It’ s You» o «Distance Inbetween»), miradas hacia los Pink Floyd de Syd Barret («Chasing The Tail Of Dream») o misterios sonoros envolventes ( «Connector», «Fear Machine»).
Un disco que se aleja del colorido habitual de la banda para encrudecerse al son de guitarras y sintetizadores y dar en el clavo en el octavo disco de esta sólida banda surgida como «One Hit Wonder» y crecida con sus propios argumentos.