28 marzo 2024

Tremendo reto que tenían ante sí The National: nada más y nada menos que escribir la continuación de High Violet, uno de los discos más aclamados del panorama independiente en los últimos años. Y es que ese disco, publicado en el año 2010, recogía todas las virtudes que los de Ohio habían ido demostrando a lo largo de los años: buen gusto, sensibilidad, una voz cargada de personalidad, una instrumentación rica y variada….y canciones. Siempre las canciones.

 

The National

Es por ello que Matt Berninger y los suyos, con un amplio elenco de colaboraciones que incluye a nombres como Sharon Van Etten, Richard Parry, Annie Clark o Sufjan Stevens, tenían ante sí un reto nada desdeñable. Y han salido airosos del envite, si bien creo que su nueva obra se sitúa un poco por debajo de su anterior trabajo.

La inicial y acústica “I should live in Salt“, con sus ritmos entrecortados, deja entrever que el cambio no ha sido radical y que, para bien o para mal, nos vamos a encontrar con los The National presentes en sus anteriores dos referencias, aunque con una tendencia creciente hacia el sosiego. La voz de Matt sigue siendo el elemento diferenciador de base, con esa profundidad tan característica, pero a medida que el disco avanza nos damos cuenta de que ha subido un poco el tono de su registro vocal. “Demons” y “Swallow the cap“, los dos adelantos del disco, muestran esa parte rítmica y melancólica que tan bien saben desarrollar, mientras “Fireproof” adopta aires fokies. “Sea of love” vuelve a la energía, erigiéndose en esa parte central como una de las mejores canciones del disco. Posteriormente, “Heavenfaced” y “This y the las time” suponen un pequeño descenso en cuanto a calidad compositiva que, afortunadamente, “Graceless” y las bonitas “Slipped“, “I need my girl” y “Hard to find” se encargan de corregir en la parte final del disco.

Trouble Will Find Me, que a nivel conceptual ha estado fuertemente influenciado por el nacimiento de las hijas de Aaron Dessner y Matt Berninger, se articula así como un paso firme y decidido para instaurar a The National en los altares de la música independiente de calidad. Y es que son uno de esos grupos que nos permiten volar con los ojos cerrados mientras nos damos cuenta de que ya no somos tan jóvenes como creíamos.