18 abril 2024

Como los buenos vinos, los grupos también maduran. Y precisamente falta de maduración es lo que demostraron ayer los chicos de The Drums en una Sala Heineken que se llenó más por las expectativas generadas que por la convicción de los asistentes de disfrutar de un concierto de calidad.

Los aspavientos de su líder Jonathan Pierce –se lo perdonamos por haber aprendido a decir `gracias´ en español– presagiaban que había algo que fallaba, un vacío en el sonido que era necesario ocupar de alguna manera. Y es que la decepción por el sonido live del cuarteto neoyorquino fue general.

Con una formación clásica sin bajista –vocalista, dos guitarras (cambio de guitarrista incluido) y batería–, el repaso casi completo a su único disco editado y al EP Summertime dejó buenos momentos cuando sonaron Submarine -la mejor de Summertime y uno de sus mejores temas-, I Felt Stupid, Don´t Be A Jerk, Johnny, o las esperadísimas Forever And Ever Amen y, sobre todo, Let´s Go Surfing, que puso a bailar a toda la sala como si un tema justificara un concierto entero.

El sonido no llenaba, la batería se superponía incomprensiblemente a la voz y la pose de Pierce, a pesar de su cercanía, se antojaba excesiva, lo que dejó un ambiente frío como pocas veces habíamos visto en salas de este aforo.

Aún así, The Drums son modernos porque alguna vez se lo dijeron, porque no parecen querer serlo, y por eso nos gustan tanto.

1 comentario en «Crónica del concierto: The Drums @ Sala Heineken (Madrid): 12/11/10»

  1. esta actuación deja mucho que desear. los primeros artistas que no fue bien. El hombre de la ropa oscura de una mujer con sombrero de Tío Pepe debe encontrar una nueva profesión. Los tambores utilizados para obtener me excitaba, pero ahora no estoy seguro.

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