20 abril 2024

pop cabron

Para comprender el momento en que se encuentran Ellos resulta esclarecedora la lectura de este post que Guille Mostaza publicó en su blog a principios del año pasado, bajo el pertinente título de “Historias para no dormir”. En él hace un repaso tan sucinto como desolador de la ingente cantidad de obstáculos y jetas con los que el dúo ha tenido que lidiar cada vez que se ha metido en un estudio de grabación, desde su debut ‘Lo tuyo no tiene nombre’ hasta su anterior álbum, ‘Cardiopatía severa‘, la gota que colmó el vaso. De ahí que este ‘Pop cabrón’, su quinto trabajo, lo hayan grabado y mezclado en el estudio de Guille, Álamo Shock, lo hayan masterizado en The Punch, estudio de mezcla de Santi, y lo hayan lanzado con Heike Records, la compañía “de la que nadie habla” que “recupera el espíritu de Factory Records”.

Oficialmente convertidos, por tanto, en el grupo más independiente de España, y ya sin tener que gastar fuerzas en pelearse con nadie, se han podido dedicar de pleno a lo que más les gusta, o sea, a hacer canciones “bonitas y sinceras”, como dicen en la bonita y sincera ‘Prisa’. Dos de ellas ya las adelantaron el año pasado y ahora las han introducido en el álbum algo retocadas, con inmejorables resultados en el caso de ‘Aunque te rías de mí’, convertida para la ocasión en todo un hit -o “hist”, como ellos dicen-. Por su parte, ‘Lengua viperina’, el primer tema en el que notamos el cambio de registro vocal de Guille –no hay entrevista en la que no salga a la palestra su recién adquirido parecido con Miguel Bosé-, ya se prestaba a la escucha compulsiva en su versión original.

httpvh://www.youtube.com/watch?v=sJwsWh76yW4

Si hay algo que caracterice a las canciones que componen ‘Pop cabrón’ es su decidido sonido ochentero, década de cabecera por antonomasia del dúo, que ahora adquiere especial relevancia gracias al protagonismo de bajos y sintetizadores -frente a, por ejemplo, las cuerdas de ‘Cardiopatía severa’- y que tan buenos resultados les da en ese estupendo single que es ‘O tú o él o yo’ -primera canción española en pasar por nuestra recopilación mensual de hits, ‘Hitsterical‘-. Lo mismo se puede decir de la indiada ‘Nuevo imperio’ o de ‘Tarántulas y súcubos’ -qué gran frase “quieres huir/ pero te han dicho que habrá barra libre”-, con la voz de Santi Capote, que en este álbum no canta en uno sino en dos temas, volviendo a aparecer en ‘Ente superior’. Menos brillan, sin embargo, la “canción-protesta” ‘Tu tiempo está acabando’ -“nos da rabia que el pop no se pueda cabrear”, dice Guille– o ‘Extraña melodía’, en la que, de hecho, extraña la extraña voz de Iván Ferreiro.

Hacia el final del álbum encontramos ‘Estrella patria’, una canción cien por cien Ellos -y que no puede pegar más en este disco- en la que ofrecen consejo a “un pequeño aspirante a artista local” desde esa posición de descreimiento en la que siempre se colocan con respecto a la industria musical de nuestro país, especialmente la independiente. No sorprende en absoluto, teniendo en cuenta que, según han confesado, con ‘Pop cabrón’ es la primera vez que están ganando algo de las ventas de un disco (!!!). A juzgar por los buenos resultados que han conseguido con este álbum, va a resultar que es verdad -a contrario sensu, al menos- la frase que se oye al principio de la pegajosa ‘No finjas’: “Too much money is bad for dreamers”, extraída de la película ‘El murciélago diabólico‘. Atención a la sinopsis del filme: “cuando la compañía Healt & Morton se enriquece gracias al doctor Carruthers, éste no se siente suficientemente recompensado y decide vengarse de los dueños del negocio familiar haciendo uso de un murciélago de dimensiones gigantescas”. No hace falta explicar que el murciélago de Ellos es este álbum, también de dimensiones gigantescas, en el que, una vez más, demuestran lo buenos que son haciendo lo que mejor se les da. Pop, cabrones. 7,1/10.