28 marzo 2024

Scott Pilgrim es un veinteañero sin empleo que vive en Toronto, toca el bajo en una banda de rock de mierda llamada Sex Bob-Omb y convive con su compañero de piso gay en un apartamento en el que sólo hay una cama. Scott Pilgrim es, también, uno de los mayores fenómenos del cómic independiente de la última década, con sendas adaptaciones al cine y al videojuego previstas para este mismo verano. Descubre en nuestro especial de tres partes las claves del éxito de tan fructífera obra, que se ha convertido en todo un referente para quienes hemos crecido con una consola en casa y (todavía) no somos unos carrozas.

“Scott, if your life had a face, I would punch it. I would punch your life in the face.”

sp_comicEscrito y dibujado por el canadiense Bryan Lee O’Malley, hasta la fecha han visto la luz cinco volúmenes del cómic, editados entre 2004 y 2009. El sexto y último tomo, que llevará por título “Scott Pilgrim’s Finest Hour”, saldrá a la venta el próximo 20 de julio para el territorio norteamericano. A grandes rasgos, el argumento trata sobre que nuestro héroe, Scott, conoce en una fiesta a una misteriosa chica llamada Ramona Flowers, quedando prendado de ella al instante. El clásico flechazo, vaya. Pero las cosas no son tan sencillas: si Scott quiere salir con Ramona, deberá derrotar en combate a sus siete ex-novios malvados.

Scott Pilgrim se desarrolla en un mundo que sigue la lógica de un videojuego, con vidas extra, puntos de guardado y superpoderes. Los propios ex-novios hacen las veces de final bosses con los que Scott se va enfrentando mientras trata de encarrilar su desastrosa vida y de no fastidiar su relación con Ramona. Por supuesto, en las páginas del cómic aparecen una tonelada de guiños y referencias a videojuegos clásicos, que van desde Super Mario Bros a Sonic, pasando por River City Ransom.

En resumen, tenemos humor, acción y romance. ¿Cómo encaja todo esto? Pese a su aire humorístico y absurdo, el cómic desarrolla las relaciones entre sus personajes con mucho acierto, hablando del amor sin caer en el sentimentalismo barato. El éxito de Scott Pilgrim no se basa sólo en llenar páginas con parodias, sino en contar una historia sobre personajes bien definidos que crecen a lo largo de la obra, que se quieren, que se odian, que se echan de menos, que se hacen daño y que a veces son unos completos idiotas. Como todo el mundo.

Hay que destacar también el dibujo, que mejora notablemente según avanzan los volúmenes. En blanco y negro, con un estilo cercano al manga de trazos sencillos y proporciones exageradas, los personajes que salen del lápiz de O’Malley tienen la expresividad perfecta para el tono y ritmo de la obra.

Los cinco números editados hasta la fecha han sido publicados en España por De Bolsillo, así que si alguna vez la fastidiaste con tu pareja y deseaste tener un continue no debes dejar pasar la oportunidad de leer este cómic.