Poesía en movimiento. Es lo que Paula Ortiz nos propone en ésta, su primera película. Tres mujeres para tres historias en tres épocas diferentes, pero un mismo sufrimiento: el amor. Porque independientemente de las circunstancias y el entorno que envuelve a cada una de las tres protagonistas, tanto Violeta, como Inés, como Luisa padecen intensamente el dolor que puede provocar el amor (o la falta de él).
Ópera prima que derrocha talento tanto en dirección y guión, como en las interpretaciones femeninas, con mención especial para el trabajo realizado por la “debutante” Luisa Gavasa y, como no, para el realizado por Maribel Verdú, al nivel al que nos tiene acostumbrados en los últimos años.
Las historias se entrelazan de forma sutil mediante elementos comunes y toda la película está llena de planos preciosos y muy medidos, quedando quizás por debajo de las otras dos historias la protagonizada por Leticia Dolera que en algunos momentos pierde credibilidad.
Prometedor futuro para la directora aragonesa si continúa en esta línea que ha iniciado con De tu ventana a la mía, y gran acierto por parte del equipo de la Seminci al haberla incluído en la Sección Oficial a concurso.
