Abrimos la seminci con la pelicula que ha inaugurado la sección oficial, la comedia de Nanni Moretti, que pisa Valladolid después de su paso por Cannes, ‘Habemus Papam’. Estamos ante una comedia de alto presupuesto y buena factura que nos abre las puertas de la Iglesia en ese momento tan secreto y ritual como es la elección del nuevo Papa, mostrandonos una parte de la parafernaria que rodea este acto pero perdiendo la oportunidad de ir una puerta más alla, como en varios aspectos de filme.
Comparada con la oscarizada el ‘Discurso del rey’ Moretti parte de una curiosa premisa: que pasaría y si el recién elegido Papa sufriese un repentino ataque de pánico y le fuese imposible presentarse antes los fieles?
Gracias a este punto de partida vemos humanizados personajes que siempre se nos muestran muy distantes, serios y centrados, desde el Papa a los obispos, cardenales, etc,… todos y cuantos estan envueltos en la elección, que aquí vemos como simpaticos viejos dando pie a hilarantes situaciones por lo imaginativo de la propuesta, ¿a quén se le habría ocurrido pensar que entre los obispos/cardenales de los que tiene que salir el nuevo Papa ninguno quisiera la responsabilidad?
Moretti se guarda para él mismo uno de los papeles más interesantes de la pelicula, junto con el genialmente interpretado Papa a cargo de Michel Piccoli, dando vida a la figura de un psicologo llamado para asistir al Papa en este momento tan fragil que queda atrapado en el Vaticano, al impedirle salir al exterior para evitar que se filtre la noticia. Las partes más simpáticas discurren en la relación entre el psicologo y la curia, pero al avanzar la película estos personajes se van convirtiendo en poco más que un grupo de infantes de colegio, dejando pasar la oportunidad de ser algo incisivo con el estamento y explotar un poco más la interesante situación que había creado para contar algo más, perdiendose en sucesos y efectos que buscan la misma gracieta, haciendo que la parte media resulte un tanto pesada y larga.
Destacando el interesante final tenemos una pelicula correcta, amable con el espectador, de las que se ven con una media sonrisa permanente, y de la que nos olvidaremos a las 2 horas.
