El debut de Amor Líquido es homónimo, pues su intención es mayoritariamente biográfica (¿qué clase de persona titularía su diario?). Su primer disco recoge el hastío generacional, la imposibilidad de las expectativas, el miedo al futuro o la problemática relacional de Bauman (cuyas teorías ponen nombre al cuarteto) tan contemporánea a la generación Z. Sus vivencias son, por tanto, universales, pero su primer álbum marca la diferencia en su individualidad: es reivindicativo desde la entraña y, tendiendo la mano al oyente, se construye como un ejercicio interno de amistad.
El trabajo toma el relevo en esa estela millenial y fatalista que comenzaron Carolina Durante o La Trinidad, pero que su geolocalización no os engañe: la banda se aleja del vestigio más naif y popero que recogían algunas de sus primeras composiciones —“El audio”, de 2020 o “La chica que me gusta” de 2021— para dar un paso hacia el punk revival de Fontaines D.C., el art-industrial de Turnstile o los Amyl and The Sniffers más desafiantes. Además, aunque en su camino se perciba un alférez hispano de la new-wave angloparlante más zurda, también beben de algunas influencias adolescentes: hay guiños a Muse en “Metro Goya” o a Cage the Elephant en “La tarta de la abuela”.
“Amor Líquido“ está producido por Jimena Amarillo y Amor Líquido. Grabado por Jorge Antequera y mezclado por Sergio Pérez (Baiuca, Joe Crepúsculo). La parte gráfica de portadas y merch corre a cargo de Gina Guasch y la dirección de los vídeos por Lucía Toral.
Amor Líquido estarán desglosando su arsenal de hits para una nueva generación este viernes en la Sala el Sol, de la mano de Mazo Madriz.
Viernes 13 de septiembre: Amor Líquido @ El Sol [entradas]