Lo de música boutique es un término que oímos varias veces cuando llegamos a este festival y no nos acaba de gustar esta definición. Primero porque hace parecer pequeño a lo que fue grande y porque apesta a selectivo y no lo fue para nada.
Empezamos cañeros, pero es que en esta burbuja festivalera actual llena de tópicos y estereotipos, encontrar eventos musicales hechos con pura pasión por la música e independientes a fondos de inversión extranjeros está siendo todo un reto por eso, nada de nombres pomposos que puedan confundir.
El cartel era discreto y accesible. Encabezado por El Kanka y Lori Meyers, aglutinaba una mezcla de indie, ritmos flamenquitos, y algo de electrónica programado con muy buenas intenciones para aunar a un público entregado de todas las edades. Familias y abuelos incluidos, ¡porqué no!
La ciudad de Málaga vio nacer este festival en 2020, en plena postpandemia y se abrazó a él con ganas. Su ideólogo y promotor, Leo Mérida, ha dado forma a un formato muy interesante en el que suceden conciertos en barrios durante poco más de un mes y el colofón final lo ponen 3 días de festival, esta vez celebrado y con gran acierto en el Puerto de Málaga, concretamente en el dique de Levante. También queremos destacar que este festival cede parte de la recaudación de la venta de entradas a Cruz Roja.
Como cualquier festival que empieza, sobretodo sin una macro promotora detrás, encontramos los peros típicos: escasez de baños, horarios tempraneros difíciles de digerir con un implacable sol o algún que otro acople entre escenarios.
Y puestos a que no es un festival que podamos comparar con otros ya consagrados, nos queremos quedar con la ventaja de un cartel reducido que facilitó los grandes descubrimientos (locales) hechos en estos 3 días:
- Daniel Backsmith – multinstrumentista que nos llevó al Edén con su música ambiental y catártica en el discreto escenario Mini.
- Bromo – dúo electrónico que se autodefine como un colectivo de arte digital y nuevas tecnologías para la divulgación científica. Lo lideran Azael Ferrer y la artista malagueña Paloma Peñarubia, ganadora de un Goya en 2023 por la BSO de “La vida Chipén” y detrás de los arreglos de cuerda del tema Te espera el Mar, en la BSO Mediterráneo que le dio el Goya a María José Yergo en año anterior, en 2022. En su cita con Brisa, performaron CRISPR the pattern of life su último espectáculo. Un transito hacia el conocimiento, un acercamiento a uno de los avances mas emocionantes en la historia de la biotecnología.
- Tirana – poderoso dúo electrónico formado por Tina (Dreyma) y CHVA (Royal Mail), dos veteranos de la música que trajeron muy fresquito su último lanzamiento, Shine.
Del primer día sabemos que Izal lo petó, no estuvimos para comprobarlo pero sí disfrutamos con Maren, que abrió el festival para culminar su actuación con su pegadizo La Estación Espacial de Teruel.
Para el segundo día, se nota que ya era viernes, el público tempranero disfrutó con bandas como Lord Malvo, Muelle 6, Ciudad Jara, Karavana o Angela Hoodoo, nosotros llegamos para Tu otra bonita que a pesar de no ser para nada nuestro rollo, su conexión con el público fue innegable y nos encontramos con un buen rato inesperado.
Otra gran sorpresa fue Daniel Balcksmith, del que habíamos oído hablar en los caladeros del ambient pero nunca habíamos tenido el placer de ver en directo. Y vaya si mereció la pena. El escenario era pequeño pero acogedor, iluminación que acompañó bien la performance y una atmósfera que le dio la comodidad para poder improvisar en directo haciendo algún tema sobre la marcha y ofrecer un concierto único.
Corriendo nos fuimos a pescar a los Lori Meyers que no decepcionan jamás. Noni por supuesto y como siempre hizo referencia a sus veranos familiares en la Cala del Moral, pueblito de costa en la provincia por el que tiene cariño especial. La gente enloquecida cuando sonó Mi realidad, Emborracharme, Alta fidelidad o Y tu ya no dices nada con una magnífica Manola compartiendo escenario. Cañones de confeti, Noni entre el público, niños a hombros de sus padres coreando a voz en grito todos los temas. Los de Loja se merecen la corona que portan y sudaron bien la camiseta.
Seguimos con Tirana que con una puesta en escena parca en cuanto a artificios, reunieron a lo más musiquero del festival que casi de manera hipnóticas se balanceaba al son de los temas de este dúo malagueño.
Para cerrar la jornada, ElyElla con sus mezclas muy bien traídas, de fácil consumo y diversión, más cañones de confetti y luego pasa lo que pasa, acaba la sesión y la gente no se quería ir.