28 marzo 2024

Cuando el sábado 3 de Marzo a las 22 h. el chaval encargado de la puerta nos abrió paso al interior de la sala, enseguida percibímos que algo iba mal. La acústica del lugar era horrible. Justo después me acerqué a la barra: un gin-tonic dije. No, solo agua y cerveza, me respondieron. Ahora si, estaba claro que la cosa solo podía mejorar.

Para la mencionada mejora y la lucha contra los elementos contábamos con los mimbres pertinentes: media entrada de un público fiel y una banda seria, muy seria.

Así las cosas, Alex Díez y los suyos fueron desgranando uno por uno los temas de su último álbum Mi Universo. A todos ellos les define un factor común, la luminosidad. Una luminosidad que Cooper logra contruyendo unos temas redondos en su estructura y aderezados con un perfecto dominio de las texturas sonoras en cada momento. Estamos ante un perfecto maestro en esto último,ya que tanto el tratamiento de las voces como la conjunción de unas guitarras que se entrecruzan, para dar forma a ese universo del que nos hablan sus canciones, son de un buen gusto y elegancia irreprochables. Si a todo ello le unimos una base rítmica en la que destaca un baterista sobresaliente, el resultado es rotundo.

Además de canciones de amor (así definidas por el propio Alex D.) como Alicia, Primer día o El regalo, pudimos escuchar temas que añoran tiempos pasados como Saltos de Esquí, o singles inmediatos como la enérgica La señal. Hubo también tiempo para temas de álbumes pasados. De Aeropuerto extrajo la exquisita En el sofá o Hyde Park. Para terminar con un par de bises en los que pudimos disfrutar también un clásico de Los Flechazos, para mayor gloria de los más fieles.

En definitiva Cooper volvió a demostrar que nunca defrauda en directo. Lo de que es un excelente frontman y compositor no es nada nuevo tampoco. Mereció la pena realmente. Así, aunque sin gin-tonic da gusto.

httpvh://www.youtube.com/watch?v=j4_5Mp_-1b0

Texto: Ramón Priego Chacón Fotografías: Verónica Pareja Castro