25 abril 2024

Después de cancelar su gira programada en julio en España, la chilena Javiera Mena nos debía una. Además, las recomendaciones después de pasar por el Primavera Sound 2011 no podían ser mejores. Yo me quedé con una frase que leí en la crítica de una conocida publicación: ‘si Javiera Mena no vende millones de discos, es que el sistema está podrido’. Y no importa mucho, podrido o no, si sigue habiendo joyas como ella en el mundo, siempre será un poco mejor.

El céntico Teatro Lara fue el lugar elegido para el concierto. No son pocas las veces que hemos pasado por allí, y pensé que esta sería una de las pocas veces en las que todo el público levanta su posaderas de las butacas para bailar al ritmo de la música y dar palmas. Es algo especial cuando un artista consigue hacer que los espectadores se levanten de esa manera, lo habitual es que estos espectáculos inviten más bien poco a la participación. Pero Javiera Mena, por fortuna, apunta en otra dirección distinta.

Un setlist muy bien tejido, dividido en una especie de tres actos bastante diferenciados. Toma de contacto calmada y misteriosa,  la protagonista vestida de negro en solitario con su teclado interpretando sus temas más tranquilos, como Un Audífono Tú, Un Audífono Yo y Está En Tus Manos. Era sólo el comienzo, porque rápidamente se descubrió con un vestido ceñido de cuero para calzarse la guitarra y, ahora con toda la banda, dar rienda suelta a su faceta más pop. Esquemas Juveniles, que da nombre a su primer álbum, abrió las puertas para que temas como Primera Estrella y Hasta La Verdad iluminasen el teatro de ritmo y voz. Pero aún faltaba que saliera a la luz la cara más bailable de la banda, y el punto de inflexión que marcó el cambio fue la impactante Al Siguiente Nivel en la que Javiera tuvo que esforzarse para mantener el registro vocal y nos dejó realmente impresionados. En ese punto desapareció del escenario para volver enfundada en un vestido de brillantes y acompañada de un animador – bailarín no puede ser la palabra – que nos acompaño durante La Comida y Sufrir. El último tramo fue el más fiestero y bailable, en el que el público se mostró más implicado y la cantante se mostró más cercana. Temas como El Amanecer y Ahondar en ti, además de el último bis con Luz De Piedra De Luna – muy solicitada por el público – consiguieron su cometido con creces: movimiento, palmas y alegría alrededor. Entremedias, los dos primeros bises fueron temas acústicos que nos mostraron a otro tipo de Javiera que no conocíamos – casi pierdo la cuenta -, a la que podéis echar un vistazo en el vídeo que hizo para Acordes Urbanos.

Definitivamente merece la pena acercarse a ver a Javiera Mena en directo y comprobar como defiende todos los registros a los que llega de una manera soberbia gracias a su fantástica voz, su impecable presencia y su cercanía hacia los espectadores.