Jueves día 7, llego tarde, no hay hueco para aparcar y el Café Teatro me pilla un poco lejos, asi que vuelo! (para que luego empezase media hora más tarde, como es habitual en la mayoría de conciertos). Así empezaba la noche en la que fui a ver a Juancho y Manu (Sidecars) al acústico que ofrecían en el Café Teatro. Creo que era la primera vez que veía cola para un acústico lo cual me sorprendió bastante y me impidió coger buen sitio. No era el primer acústico suyo al que iba, hace un par de años fui a otro en el mismo lugar y el panorama era bien diferente. Esta vez la gente era una mezcla de géneros, estilos… como queráis llamarlo y el calor que hacía ahí dentro… ¡ay qué calor!. Las gotas de sudor de Juancho escurrían por la guitarra (estoy segura de que a más de una le hubiera gustado estar bien cerquita en esos momentos) nada mas empezar el concierto, asi que podéis haceros una idea de cómo acabaron el concierto.
Nos deleitaron con canciones de los dos discos que tienen hasta el momento, algunas irreconocibles solo con las primeras notas, ya que en acústico se curran unas versiones muy interesantes. He de decir que las del segundo álbum se tarareaban con más fuerza que las del primero (desconocido por algunos), y que muchos acudían por primera vez a un acústico de Sidecars, sin saber lo que iban a encontrarse y sin dejar disfrutar del sonido a los demás en muchas ocasiones. Cada segundo que pasaba más sufríamos por el calor, pero las bromas entre ellos y la conexión con el público hicieron que fuese una actuación bastante cercana, muy familiar por decirlo de alguna manera y consiguieron que nos olvidasemos (a ratos) de los 30º constantes. Hubo un tema compuesto y cantado por Manu llamado “Sin más”, algo a lo que no estamos acostumbrados ya que no suele ser la voz principal, pero por el aplauso del público parece que gustó bastante. “Habrá cambios en el tercer disco…” bromeaba Manu como respuesta a un comentario de Juancho sobre lo mucho que le habíamos aplaudido tras la canción. Otro momento que recordar es una de las canciones que no pudieron meter en su último disco y que nos dejaron escuchar por primera vez.
No faltaron los temas más conocidos como Cremalleras, Todo lo Demás, Después del Fin, Pastillas de Colores y el momento más intimo gracias a Noche en Velero. Fue una agradable hora y media más o menos de tema tras tema, de disfrute del sonido de dos guitarras acústicas y buena voz. Una mezcla estupenda para conseguir que nos fuésemos todos con una sonrisa en la cara y unas ganas de salir a tomar el aire increíbles, pero contentos.
