28 marzo 2024

Antes de nada hay que dejar claro la admiración que siento por Nudozurdo. Han conseguido un estilo muy personal y han seguido fieles a él en cada uno de sus trabajos, que justifican con creces el éxito que han obtenido. Pero hay algo más que les hace especiales. Hace tiempo leí que cada concierto de Bill Callahan era distinto, que nunca sabes lo que te vas a encontrar hasta que estás delante. Pues bien, los madrileños consiguen una sensación similar en cada uno de sus conciertos, otra razón más para verlos una, y otra, y otra vez.

El que nos atañe es el concierto de cierre del ciclo Pop&Dance de la sala Rock Kitchen de Madrid, celebrado el jueves 9 de junio, que nos ha traído grupos como La Habitación Roja, Dorian, El Columpio Asesino o Tachenko entre otros, y que esperamos se siga repitiendo.

Como teloneros volvimos a disfrutar de La Débil, una propuesta más que adecuada para abrir boca antes de Nudozurdo. Comparten características comunes, también crean atmósferas oscuras y la distorsión de guitarra es una constante, pero ellos son mucho más salvajes. Las percusiones cobran más protagonismo (solo ver que tienen dos baterías) y la voz cantante es mucho más estridente que la de Leo. Vinieron presentando trabajos de su álbum ‘Lucha Perro‘ (2010) y otros que formarán su próxima publicación. Comenzaron con mucha fuerza, como es habitual en ellos, donde las percusiones eran las que se alzaban sobre el resto de instrumentos. Se acompañaron de sonidos pregrabados (gaviotas, diría yo) y se permitieron un intermedio de canto a capella conmovedor. A continuación llegó la fase más ambiental con dos temas de aproximadamente 10 minutos de largo en los que no sonaba ninguna voz, solo los mismos compases repitiéndose una y otra vez, con altibajos de percusión y guitarra eléctrica, para dar paso a Nudozurdo.

Como comentaba al principio del post, no sabes lo que te puede deparar un concierto de lo madrileños. Bueno, en realidad sí, pero puedes estar seguro de que aparecerán detalles que harán que este concierto sea diferente a los anteriores. En esa línea comenzaron con un tema de su primer álbum ‘Nudozurdo‘(2002), en concreto ‘Viaja hacia mí‘. Claro que lo normal era empezar con ‘Golden Gotelé‘ que abre ‘Tara Motor Hembra‘(2011), pero estos chicos no son así y quedó relegada al segundo puesto. Ya teníamos experiencia de anteriores ocasiones, y sabíamos que el sonido de Nudozurdo en directo es mucho más absorbente que en las grabaciones, más oscuro, sobre todo porque la voz de Leo pierde claridad (que no personalidad). El setlist estuvo muy bien compuesto, mayormente por temas de su último disco y de ‘Sintética‘(2008), y se hace muy difícil retratar brevemente las sensaciones que estos chicos consiguen hacer aparecer. ‘Ha Sido Divertido’, ‘No Me Toquéis‘, ‘Prueba/error‘, pero sobre todo hay que subir a lo más alto a ‘El Hijo De Dios‘. Al principio es difícil reconocerla mientras no suena la letra porque prescinden del riff inicial tan característico, pero es increíble ver como transforman semejante canción para hacerla más pausada -la prueba la podemos ver en el vídeo de Acordes Urbanos-. Antes de los bises, consiguieron casi hipnotizarnos con una sublime ‘Dosis Moderna‘.

Tras una breve pausa volvieron al escenario. El espectáculo estaba siendo muy generoso, superando con creces la hora de duración, pero sabíamos que quedaba algún tema en el tintero. La más pausada ‘Laser Love‘ fue la primera, ‘Mil Espejos‘ llegó la segunda para euforia colectiva y qué mejor final que ‘Negativo‘ para hacer sudar al público y que saliera totalmente extasiado. No podemos decir más, solo reiterar en que nunca hay que decir ‘a Nudozurdo ya les he visto’, porque seguro que te sorprenderán.