19 abril 2024

Luger son probablemente la banda del momento. Han conseguido poner de acuerdo a crítica y público y lo han hecho sin hacer una sola concesión a ninguno de los dos. Con un primer trabajo (“Luger” Giradiscos) y preparando su próxima grabación, apuran las últimas fechas de su gira antes de sus citas en el Primavera Club y utilizan sus asaltos sobre las tablas para probar sus nuevas canciones ante la audiencia.

Recuerdo haber visto hace tiempo en una tienda de discos un cd en cuya portada aparecía como título “Música para desaparecer dentro” y probablemente lo que pudimos ver en la sala Estudio 27 de Burgos, que registró una gran entrada y una expectación máxima, fue “Musica para descubrir desde dentro” ya que lo que Luger propone es un viaje visceral y orgánico hacia la percepción interior de lo musical. Basados en ritmos casi tribales a cargo de un sonido de bajo, estupendo el Rickenbacker de Daniel Fernandez, y la primitiva percusión de Fernando Rujas, que golpeó hasta la extenuación una tabla de chapa y un tom de pie, fueron tejiendo estructuras cíclicas a través de samplers, loops, ritmos de batería y sonidos de guitarra atmosféricos, que crecían en intensidad y fuerza haciendo reaccionar a una audiencia que comenzó expectante ante la tormenta de sonidos y terminó bailando esta mezcolanza de psicodelia, rock cósmico y anarquía musical.

Su directo está muy bien estructurado y trabajado, se nota la experiencia de sus componentes y los múltiples conciertos a cuestas, y se mostraron como una banda “real” alejados de la fácil tentación de los pregrabados, dejándose arrastrar en sus ciclos musicales por el placer de la improvisación y lo progresivo de su propuesta, efectuando constantes giros musicales que dificultaban la asimilación rápida y obligaban a mantener la atención sobre esta “destrucción musical”.

Algo más de una hora de sudor, físico y anímico, y de una tormenta sonora (a un volumen por encima de lo normal) en la que Hawkwind ganó al kraut rock y donde despejaron dudas sobre lo elevado de los epítetos que les dedican. Luger son la próxima gran banda del Indie nacional y a diferencia de mucho otros son de verdad porque tienen canciones, un estilo definido, las ideas muy claras y el valor (a punto he estado de escribir “cojones”) necesario. Abróchense los cinturones y prepárense para la ruleta rusa de este revolver, no hay escapatoria, el tiro es seguro.