El triángulo amoroso entre un hombre casado, su mujer y una higienista dental fue el gran triunfador del último Festival Internacional de Cine de Gijón, donde la película, ‘Tuesday, after Christmas‘ se alzó con los premios al Mejor Largometraje, Mejor Actor y Mejor Actriz -este último compartido por las dos intérpretes femeninas-. La película, de factoría rumana, destacó sobre el resto, según afirmó entonces el jurado del FICXixón, por su narración sutil y su brillante trabajo actoral. Y hasta ahí puedo contar. Porque uno de los problemas de los festivales de cine es que nunca hay tiempo suficiente para ver todos los filmes que se proyectan, y, en mi caso, ‘Tuesday, after Christmas’ fue uno de los títulos descartados.
Sin embargo, a lo largo de la semana del Festival de Gijón sí pude disfrutar de dos de las otras cintas galardonadas: la estadounidense ‘Blue Valentine’, premiada por el Jurado Joven, ex aequo con ‘Todos vós sodes capitáns’, del español Oliver Laxe; y la austriaca ‘The Robber’, que se hizo con el premio al mejor guión para Benjamin Heisenberg y Martin Prinz.
‘Blue Valentine‘, dirigida por Derek Cianfrance, se centra en la crisis de pareja de un joven matrimonio, al que dan vida unos geniales Ryan Gosling y Michelle Williams -ya se habla de nominaciones al Oscar-. La película, que narra su historia de amor mediante saltos temporales, mezcla drama y romanticismo a partes iguales, logrando que pasemos de las lágrimas a la sonrisa cómplice en cuestión de segundos. No obstante, si hubiera que decantarse por un género, ‘Blue Valentine’ es, sobre todo, drama. Es un filme crudo, en ocasiones hasta violento, que echa por tierra los sueños y anhelos de sus protagonistas y recuerda al espectador lo dura e injusta que a veces puede ser la vida. Una película intimista y desgarradora en la que la interpretación de Gosling y Williams resulta sencillamente magistral, y en la que la música, los diálogos y también la sensación de misterio que encierra la narración, ayudan a hacer de ‘Blue Valentine’ un título más que recomendable. Eso sí, no apto para corazones demasiado sensibles.
‘The Robber‘, dirigida por Benjamin Heisenberg, cuenta la historia verdadera de Johann Kastenberger -en el filme, Johann Rettenberger-, un aclamado atleta que se valía de sus habilidades como corredor para atracar bancos. El argumento es de por sí interesante, pero el filme, a diferencia de lo que podemos intuir, huye de las motivaciones de sus personajes para centrarse en algo más físico: la carrera. Buena parte de ‘The robber’ nos muestra a su protagonista huyendo de las fuerzas de seguridad: por calles, montañas, autopistas… Cuando parece que todo está perdido, él encuentra un nuevo hueco por donde escapar, perpetuando así una carrera que en realidad no lleva a ningún sitio; se trata de una huida por el mero placer de huir. La dirección de Heisenberg y la música juegan un papel esencial en esta persecución, una secuencia que por sí sola supone una muy buena razón para ver ‘The robber’.
Ahora sólo falta esperar a que estos títulos lleguen a la cartelera, a que el Festival Internacional de Cine de Gijón celebre una nueva edición y a que, entonces sí, pueda disfrutarla de principio a fin.
