20 abril 2024

Domingo después de Reyes. Último día de las fiestas navideñas. Noche previa a la vuelta a la rutina. Muchas cosas en contra que se venían encima pero Madrid tenía un plan para nosotros, nos tenía guardado un último regalo entre su tarta del roscón.

Ricardo Lezón (Alma de McEnroe) volvía a la capital para presentar en acústico su último trabajo en solitario llamado Esperanza (Subterfuge, 2017) tras su paso por el Teatro Lara a finales de noviembre. Su vuelta además estaba rodeada de un toque de nostalgia ya que el Café La Palma fue el primer sitio de Madrid donde tocó con su anterior grupo McEnroe.

A pesar de las fechas, a pesar de ser domingo por la noche, el público de Madrid no quería perderse este regalo y recogió el guante hasta agotar todas las entradas disponibles de la sala.

Ricardo Lezón en Madrid

El concierto comenzó puntual en la noche gélida madrileña. Ricardo en un silencio sepulcral que se mantuvo durante todo el concierto, cogió su guitarra en solitario y entonó los primeros acordes de ‘Noche en noviales’ uno de los temas de su último disco.

Acto seguido, Gonzalo, otro de los componentes de McEnroe, se subió al escenario para ya no despegarse de Ricardo y acompañarlo en cada una de sus canciones a través del teclado, la guitarra eléctrica y los coros.

‘Mundaka’ del álbum Las Orillas (Subterfuge, 2012) fue la siguiente canción que interpretaron Ricardo y Gonzalo bajo un sonido espectacular y bajo la atenta mirada de todos los asistentes. Momento mágico solo interrumpido por el molesto ruido de los motores de las tomas de aire acondicionado que había en el interior de la sala y que molestaba tanto a los asistentes como a los artistas.

‘Lobos’, ‘Ella baila’, ‘Gracia’ canción perteneciente a Lluvia y Truenos (2016) que compuso junto a The New Raemon, hicieron las delicias del público generando esas caricias, besos y miradas cómplices de las parejas que allí se encontraban viéndole. Ese fue el momento en que Ricardo interpretó ‘Arena y Romero’ el primer single de su último trabajo Esperanza.

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‘Caballos y palmeras’ y una de nuestras favoritas ‘La electricidad’ nos traían al recuerdo el álbum Rugen las flores (Subterfuge, 2015) antes de volvernos a sumergir entre Lluvia y Truenos a través de ‘Por fin los ciervos’.

‘La Cara noroeste’ y ‘Rugen las flores’ hicieron todavía que nos llenáramos de más melancolía y nos autosumergiéramos en la atmósfera de crudeza y realidad que transmiten las canciones de Ricardo.

‘Jazz’ una de las canciones más antiguas de la banda de su disco llamado Mundo Marino (2008) sirvió de adelanto para que Ricardo volviera a anestesiarnos y clavarnos el bisturí para manipular nuestras emociones y sentimientos bajo los acordes de ‘Un rayo de luz’, una de las canciones más conocidas de McEnroe.

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‘El Alce’ y como no, ‘La Palma’ ponían el broche de oro a esta primera parte del concierto recordando otros dos de sus grandes éxitos. Tras un breve descanso, Ricardo y Gonzalo regresaron al escenario para deleitarnos con un par de temas más, como fueron ‘Mi Vietnam’ y despedirse con ‘Las mareas’. Canciones de su extenso repertorio.

No sé si es la cadencia de sus canciones, su voz grave, o sus penetrantes letras pero Ricardo una vez más, nos dejó con el corazón abierto para que poco a poco cada uno de nosotros fuéramos cosiendo a base de recuerdos personales y miradas cómplices al pasado. Casi dos horas de duración, que nos transportaron a un mundo de alegría y llanto, de dolor y dulzura a través del silencio, la voz y los acordes de la guitarra de Ricardo Lezón.

Esperamos que pronto vuelva a acompañarnos en las frías noches de invierno.