25 abril 2024

El pasado día 8 de Febrero Tokyo Sex Destruction y los Jon Spencer Blues Explosion , provocaron un directo incendiario en la madrileña sala But. Organizado por Mercury Wheels y Producciones Animadas, los primeros volvían a la capital tras unos cuantos añitos en barbecho, y los segundos volvían a nuestro país tras unas cuantas visitas recientes ( hay que rememorar su gran éxito en el BBK live además) arrastrando una legión de incondicionales cada vez mayor, y es que eso del boca a boca  hace mella, y más cuando el enérgico Jon Spencer ejerce de director de una orquesta de rock ,que lo mismo torna al blues que al garage punk ,consiguiendo impactar en un público que pocas veces quita la vista de la banda en escena.

Los Tokyo Sex Destruction llevan más de una década dando caña, los de Vilanova i La Geltrú tenían ganas de comerse la capital y a pesar de que a priori contaban con escasa media hora, el set se prolongó (y todos agradecidos) unas cuantas canciones . Si bien en ese acercamiento al primer final ya se denotaba la buena forma de los catalanes, consiguieron que con ese alargamiento del directo la banda se creciera sobremanera.  R.J. Sinclair y los suyos  adelantaron nuevos temas y nos regaron con su psicodelia , sus temazos más mod y su garage marca de la casa , ojito que el cambio de formación y la mano de Fernando Pardo han tenido que desembocar en un discazo (‘Sagittarius’) digno sucesor de “ The Neighbourhood” .

Meat and Bone’ es el primer disco de estudio con nuevo material de Jon Spencer y su banda desde 2004 , fecha en la que publicaron ‘Damage‘; tras un parón en la pasada década, los neoyorkinos se han vuelto a ver catapultados a la primera fila hace un par de años , y es que Jon Spencer, Judah Bauer y Russell Simins han firmado otro disco vertiginoso que no hace sino acentuar que la experiencia es un grado en sus directos.

El trío se incorporaba a escena tras unos bien celebrados teloneros , expectación y gran dosis de fanatismo entre el heterogéneo público, donde que se encontraban algunos temerarios disfrazados (el tema de los sobres hizo presencia en la sala) que ya celebraban botando el inicio del carnaval. Ningún disfraz llevaba la explosión de blues,  desde el primer momento , consiguieron impactar de súbito atacando sobre todo a su último trabajo. ¡Y cómo suenan en directo temas de la talla de ‘Black Mold’ o ‘Bag Of Bones’, ‘Danger’ o ‘Strange Baby‘!.  Una catarsis que lo mismo ofrecía pasajes más relajados ( a su manera) o ramalazos de bestialidad donde el punk más garagero hacía mella en un Jon Spencer, que ha debido hacer un pacto con el diablo, que se doblaba poseído a la par que hacía del micrófono una extensión de su garganta o domaba un Theremin que yacía a sus espaldas . Quizás más aplaudidas, o más celebradas con contorsiones en la pista, eran temas más rodados  y que no podían faltar en su cita, ‘2 Kindsa Love’, ‘Bang’ , ‘Chicken Dog’ o ‘Blues X Man’ , o incluso su alusión a los Beastie Boys. El señor Spencer y los suyos concatenaron trallazo tras trallazo en una sala que acusó en ocasiones un sonido regulero ( que pensabamos en ocasiones se debía a la cercanía a la primera fila pero parece ser que no era así), pero saldado con un show de escándalo;  donde los bises se fundieron en casi una nueva hora de dinamita donde el blues resucita al ritmo de riffs alterados, donde el rockabilly hace acto de presencia con percusiones primitivas y donde el funk flirtea furtivamente con su lado más stoner para dejar bien claro que la Blues Explosion deja metralla de la buena en nuestros oídos.