Volvíamos al Purple… un año más… como llevamos haciendo desde 2010 y, a pesar de que esta vez el cartel era algo más “flojo” y menos variado que en anteriores ocasiones, lo pasamos en grande disfrutando de nuevos grupos de rock. Como siempre, aquí tenéis nuestra crónica.
Viernes 7 de Diciembre
El Viernes a las 5 de la tarde en el Pepsi Espacio Vías se abrían los conciertos del Purple Weekend 2012 de León. Comenzaba la velada JACCO GARDNER de Holanda y posteriormente continuaban THE RIPE un grupo originario de Austin (Texas), banda que realiza música pop con tintes folks. A la voz un sensible Jake Garcia con Gian Ortiz al bajo y coros, Jorge Muñoz a la guitarra y coros y Nick Yaklin en la batería.
THE RIPE nos presentaban su álbum debut “Into Your Ears” un disco que nos transporta a unos años 60, en algunos momentos muy influenciados por Bob Dylan, con sonidos muy limpios de harmónicas y en algunas ocasiones de tintes garageros y con algo de psicodelia. Canciones como “A Good Thing Found”, “Yellow Phone”, “Neverending”, “Black Box Blues”, “Dr. Strange” o “Drawing Sound” en un recinto casi al completo de su aforo y amenizado por el “Show de luz líquida de Alexplays”.
Ya en el ChF acudimos raudos para no perdernos a Bart Davenport que, acompañado de la banda de Barcelona Biscuit, repasaron de arriba abajo el mítico álbum de the Jam de 1980 ‘Sound Affects’. Sonaron potentes, sí, pero no dejó de ser una banda tributo que a muchos de los puretas no les acabó de agradar. Davenport dio un buen espectáculo como frontman para caldear el ambiente de la noche pero nosotros nos quedamos con su lado más intimista.
Gentelman Jesse apareció desde Atlanta sobre los escenarios del Purple, también en la escena musical este 2012 con su 2º disco. Eran los segundos en el escenario CHF (grande) tras Bart Davenport que había dejado el listón bien alto. Jesse Smith presentaba uno de los mejores discos que este año ha dado. Música de finales de los 70s con guitarras claras a lo Nick Lowe y reminiscencias a The Barracudas. Sobre el escenario sonaron temas de su disco Leaving Atlanta y también de su primer trabajo: Eat me alive, Take easy whit me…canción a canción, casi sin respiro para los allí presentes. Incluso se atrevieron a versionar el tema Biggest Gossip In Town .
Los Mockers llegaron de Uruguay. Se reunieron una vez más después de años y decidieron cerrar la primera noche de conciertos del Purple Weekend. Los Mockers eran una de las bandas más esperadas por muchos aficionados al género (rock/blues de los 70) que los recordaban con unos grandes. Los Mockers supieron mantener el tipo después de años de retiro. Firmes y precisos, dieron un repertorio de festival: sus clásicos, sus versiones y alguna que otra canción nueva. El público los arropó, sobre todo como homenaje a esos tiempos pasados. Es posible que a los que no vivimos esa época, o no la conozcamos tan bien, esta actuación no nos llegase tanto. Es lo malo de los conciertos que viven demasiado del pasado, a veces ese pasado te pasa por delante. Uno de los mejores momentos de su actuación, por lo menos para un servidor, fue ese blues a dos guitarras que se marcaron el cantante y el guitarrista principal. Estilo no les faltó, desde luego.
Sábado 8 de Diciembre
La segunda jornada del festival decide arrancar con una apuesta segura desde tierras gallegas: The Phantom Keys. Esta banda tiene uno de los mejores discos del género del año 2011. Garage, Beat y R&B con clase. Consiguieron mantener el nivel del disco en directo, haciendo bailar a una abarrotada sala (El Espacio Vía) con las mejores canciones de su disco y alguna que otra versión. Por sacar algún defecto, la voz del cantante se escuchaba bastante mal en algunas canciones. También hay que admitir que el concierto se hizo un poco largo. Aún con todo, la banda merece la pena en directo, sobre todo después de ver que se atreven con una canción instrumental con nombre de gallina (The Drunk Chicken Walk). Con eso ya me tienen ganado.
Al fin aparecieron en el escenario del Purple Les Terribles, hace un año cayeron a última hora del cartel. Inundaron el Espacio Vías con su garage yeyé. Rudie, su cantante, interpretó temas de su ya extensa carrera que comenzó en 1999. A mitad de concierto se incorporó el órgano farfisa y la fiesta se vino a más, el público no dejaba de bailar y tararear. Incluyeron versiones en francés de grandes éxitos como Don´t Bring Me Down, de los Pretty Things, I Can Only Give You Everything, de Them y la culminaron un brillante concierto con el famoso tema de Los Brincos Flamenco al cual se unió a la voz Nacho Hermida, bajista de los precedentes en el escenario The Phantom Keys, y todos los allí asistentes.
No todo iban a ser momentos flower-power recordando los 60/70. El Purple Weekend tenía reservada una sorpresa macarra: The Kings of Makaha. Puro surf-rock troglodita caído desde el planeta Asturias. Una maravilla. Suma puro rock instrumental, cañero por definición, y un poco de gamberrismo bien dosificado (esto es, a puñados) y ya tienes la fiesta en regla. Pero si algo tiene el surf es que a parte de ser festivo, tiene que estar bien tocado. De nada me sirve un pintas si no sabe qué hacer con la guitarra. Por suerte, los asturianos llevaban los deberes hechos. La guitarra del Estanquero Rockero estuvo a la altura de las circustancias. Repasaron los registros del surf, desde el más clásico, hasta llegar a los confines de la galaxia con sonidos sacados de The Twilight Zone. Genial, por cierto, la versión tosca del tema de Batman, un clásico dentro del género. Como nota final, es de agradecer que por fin un grupo se decidiese a hacer reivindicación política, sobre todo con los tiempos que caen. Al grito de “¡Rajoy, Hijo de Puta!” la banda tocó su tema final con máscaras del actual presidente del país. Muy grandes, rediós.
Con Nick Waterhouse llegó el purismo y la elegancia del R&B de antaño al escenario CHF del Puple Weekend en la noche con más barullo del festival. Este muchacho de 25 años llegó a León con su primer trabajo ‘Time’s all gone’ bajo el brazo y acompañado de 2 dos coristas y una grand banda (batería, piano, saxos, guitarras, maracas) presentó elegantemente los temas de su discazo y, además, sonó al igual de bien que en el disco, y es de agradecer ese cuidado en el sonido. Por cierto, graba a la vieja usanza, utilizando un equipo analógico , grabando en cinta magnética y masterizado directamente a sonido mono y de un tirón.
Y después de sus dos días y sus frías noches leonesas, se cerraba el Purple Weekend 2012 por este año. El encargado de clausurar el festival fue el excesivo y carismático ROKY ERIKSON, una figura cuanto menos enigmática, con un atormentado pasado lleno de excesos y dificultades. Rocky Erikson aparecía sobre el escenario de blanco riguroso entre apabullantes sonidos psicodélicos y luces deslumbrantes. El fundador de The 13th Floor Elevators, y su agitada vida le posicionaron en un lugar de culto dentro del Garage Rock, escapando de la influencia del Folk de esa época más hippie, donde con The Aliens más tarde, su otro grupo desarrollaría su lado más oscuro, influenciada por las películas de Terror y la experimentación. Sonaban sus temás más famosos como “I Walked With a Zombie”, “Night Of The Vampire”, “Don’t shake me Lucifer”, It’s A Cold Night For Alligators o Reverberation.
