Riaza (Segovia) 5,6,7 de julio.
Salir de Madrid un viernes por la tarde durante el verano es un infierno que hace que la A1 se colapse y que para evitar el gran atasco, tengas que ir por carreteras comarcales al lugar de donde eres y que estos días fue Riaza que por un fin de semana desde hace seis años deja de ser un pueblo en Segovia para convertirse en el refugio donde se hace fuerte la música de raíz americana y adonde sus aficionados marchan en tropel para dar rienda suelta a sus gustos. Sombreros y botas vaqueros, jeans, camisas western, hebillas, corbatines, chalecos, muchos flecos… Vamos que en menos de dos horas pasas de la jungla de asfalto a lo más parecido al Mid-West o el Deep South norteamericano que podemos tener en España o alrededores.
Con el tiempo justo para llegar a escuchar a Ashley Campbell haciendo una versión de la “Chica de Ayer” de Antonio Vega en castellano que sorprendió a los que estabamos por el campo de futbol de Riaza, la hija del mítico Glen Campbell lo dio todo en su único concierto en la Europa continental. Hace dos ediciones, Will Hoge tuvo que suspender su concierto por una tormenta pero este año nada iba a impedir que el de Nashville presentara su último disco titulado “My American Dream” una muestra de la existencia de ese Country que tiene un compromiso social y político que denuncia y muestra una realidad que no es la que nos quieren vender, un Country más electrificante que se confunde con el rock sureño porque algunas cosas más que decirlas hay que gritarlas. Huercasa es un festival de prestigio y eso se nota en la última actuación para acabar la noche del viernes que teníamos a Quique González, el madrileño llevaba año y medio sin tocar en directo y una llamada de este festival le hizo cambiar de opinión. La mala suerte hizo que no estuviera al 100% pero como él dijo: “No estoy al 100% pero daré el 100% de lo que tengo.” Ése es el espíritu para tocar en Riaza, da todo lo que tengas y ese esfuerzo el público te lo agradecerá de corazón. Fue un concierto donde no faltaron ninguno de sus éxitos como “Salitre” o “Kamikazes Enamorados” y también hubo tiempo para temas que llevaban mucho tiempo sin escucharse en directo como “Fiesta de la Luna Llena.” Hora y media de un concierto que se acabó con un Quique González exhausto después de haberlo dado como había prometido.
Te despiertas el sábado y desde muy temprano en Riaza ya empiezas a escuchar música de raíz americana y bajas a la plaza y la encuentras llena de cowboys y cowgirls haciendo country and western dance, lo que hace que los asistentes que quieran se conviertan en parte activa del festival. La actuación de la mañana era la banda valenciana Badlands que vino a presentar Golden Lights and Western Winds.
Empieza a bajar el sol y la temperatura y es tiempo de volver al campo de fútbol para comenzar la segunda jornada con los HCF All Star, la banda liderada por Jeff Spinoza presentaron un repertorio clásico en el que no faltaron clásicos como “Rose Garden” “Jolene” o “Country Road.” con los que muchos asistentes seguían demostrando sus aptitudes para el line dance. Y si con tanto baile te entra hambre siempre podías pasar por los stands de Huercasa, el patrocinador de este festival para probar sus productos. La siguiente actuación era la de Chuck Mead, un cantante de country con alma de Rock & Roll, antiguo miembro de los BR5-49 y ahora acompañado por The Grassy Knolls que hizo las delicias de los amantes del honky tonk. Tras más de 30 años sin sacar disco, The Long Ryders han sacado uno nuevo este año titulado “Psichedelic Country Soul” que cobtiene pequeñas joyas como “Molly Somebody” o “What The Eagles Sees” y que tocaron en exclusiva en Riaza. El encargado de acabar esta edición fue el texano Hayes Carll que presentaba sus dos últimos discos “Lovers and Leavers.” y “What it is.” fue un concierto que dejó claro que Hayes es y será una de las grandes estrella del Alt Country, además del gran final que esta edición de Huercasa necesitaba.
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