29 marzo 2024

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Viernes 1 de Mayo. A mal tiempo, buena cara. Vol. 1 de 2.

El día anterior todo presagiaba lluvia. Nada de eso, el viernes por la mañana lucía un cristalino Sol que dio pistoletazo de salida a uno de los mejores Festivales anticrisis de la Península debido a los buenos precios que mantienen pero también porque van mejorando año tras año.

Según me informaron, el festival agotó las 40.000 entradas puestas a la venta tanto vía Internet como en taquilla. Y ha tenido el éxito previsto gracias a una propuesta variada que conjuga el rock, la electrónica, sesiones de DJ’s (residentes de las salas Camelot y Stero entre otros), exposiciones (MUSTANG ARTSHOW WEEKEND) y charlas sobre sostenibilidad, política y tecnología.
Un festival al alza que aún arrastra mala organización, con demasiadas jóvenes contratados como auxiliares esforzándose en pareces rudos pero  sin formación ni conocimiento alguno sobre pregunta alguna. Si querían dar la impresión de que entre policías, seguridad, auxiliares y dirección estábamos en cautiverio, lo consiguieron. No ataco a las personas, ya que a la mayoría eran (y son) afables, si no la situación en si. Otro punto negativo fue el horario. Tener a la gente esperando hasta las 20,30 h sin conciertos hace que después no puedas verlos todos por coincidencia y/o agotamiento.

El viernes empezó a eso de las 20:00h con la actuación del Estudiante Larry, grupo indie pop local que me recordó a Sr. Chinarro tanto en las voces como en lo musical. Interesantes para los recién llegados, pero tuvieron que abrir el festival y a una hora temprana  en la que parte de los asistentes se preparaba para asistir al auditorio donde tendría lugar el concierto de P.J.Harvey y John Parish por lo que poca (o nula) repercusión tuvieron de cara a la galería.

20,00 horas. Harvey aparece en el escenario cubierta con un vestido de noche blanco recogido acompañada de un Parish un tanto distante. Iniciaron el concierto con  ‘Black Hearted Love’  que es la única canción de regreso al rock que solía hacer Harvey, a las que siguieron la acústica ‘Sixteen, fifteen, fourteen’ la melancólica the soldiers, a la noctámbula ‘Leving California’ le siguió la furia ‘Pig will not’ y la cáustica ‘The crow knows where all the little children gone’. El concierto se desarrolló sin sorpresas, pausadamente, con una Harvey estática en todo momento y  con un rígido Parish ‘Taut’ sacando a relucir las guitarras eléctricas o acústicas (con intercambio de ukeleles, mandolinas, banjos) según la ocasión. Del anterior disco compartido ‘Dance Hall’  destacó ‘Taut’ y  y cerrando, el tema-funeral ‘April’. De lo mejorcito pero mejorable en su duración (1 hora).

22,30 horas. Duffy entra en acción. Algunos dijeron que estaba de más en el festival, otros agradecieron su entrada soul en el SOS. El caso es que la gente que allí se agolpaba vio actuar a una mujer elegante, con una bellísima voz pero sin mucha garra sobre el escenario. Acompañada de una banda sin mucho gancho pero con talento, destriparon Rockferry, mientras la multitud apenas hacía caso. Caso muy español: sólo atender a las 2 ó 3 canciones de turno, y estas fueron ‘Warwick Avenue’ fotocopia en blanco y negro nocturna sin ápice de original sobre la grabada en disco y la finalizadora ‘Mercy’ de la se puede decir lo mismo. Correcto y poco más.

A Duffy le siguió un pasadísimo Pete Doherty con un concierto correcto, muy provocador y con una base punk en su propuesta. Saltó al público allí congregado y salió vitoreado hacia el backstage, no si antes atacar ‘Fuck forever’ quizás la mejor interpretación allí presentada.

De Prodigy podríamos decir que fue la razón de la visita al festival según encuesta realizada por el abajo firmante y de la deduzco toda la fiesta extramusical en la periferia del recinto ya que al día siguiente la multitud descendió a la mitad aproximadamente. Hicieron un concierto irregular (lejos queda ya ‘The fat of the land’ si bien se metieron al público con una  Firestarter cantada con rudeza por  Liam Howlett y los suyo. Energía electrónica y mucha fiesta catárquica; tanto o igual de marchosa que la presentada por  Peaches en el escenario Radio 3. La bomba sexual  canadiense y sus 3 compañeros  incendiaron lo poco que restaba de noche con un setlist que iba del electroclash, al glam más contundente pasando por un striptease emocional y físico tan vibrante como publicista. Lo mejor fue sin duda ’Set it off’ y ‘Kick it’.

por Carlos Giménez (Plastic Soul Fanzine)