
Fanfarria clandestina, el primer álbum de Cometa, no es un debut cualquiera, como tampoco lo ha sido su meteórico camino desde que el cuarteto se formó en Madrid. Desde su primer EP Sírvase usted mismo –un pequeño clásico de la música española que ya mostraba sus coordenadas: melodía, personalidad, atemporalidad y clase– Cometa ha sorprendido con una capacidad extraordinaria para crear canciones con vocación de himno y una ambición creativa excepcional. Ahora, en Fanfarria clandestina, esas cualidades se amplifican en un álbum pensado para escucharse de principio a fin. Ajeno a modas, el grupo traza su propio camino, el de la verdad, la pasión y la exuberancia, invitando a redescubrir la música sin ironías ni dobles sentidos. Aquí lo que manda es el entusiasmo.
El disco abre con Dale, Cometa, tema que sirve como leit motiv fundacional y al que siguen Todo por ti y Supersónico, cada uno a la velocidad de un cometa en plena explosión. Con estribillos inolvidables, arreglos sorprendentes y voces que enlazan presente, pasado y futuro, Otra vez (La cumbia de los desenamorados) rinde homenaje a un viaje del cantante Jimmy a Argentina, una experiencia que fue decisiva para la creación de Fanfarria clandestina. En Abrázame más fuerte, abrázame para siempre, Cometa muestra una sensibilidad única que confirma su valentía creativa, algo que también se percibe en la delicada Entreacto y en la impresionante Fugazzeta en Sol Menor, una suite que desafía las convenciones de la música actual. Cometa no sigue las normas; las reinventa.
Invítame a bailar y No creo en el amor, otras de las piezas clave del álbum, reafirman la solidez de este debut poco convencional. Por su parte, Corazón mareado deslumbra con su estribillo pegadizo y arreglos magistrales, mientras Tierra santa cierra Fanfarria clandestina como un epílogo perfecto que descubre nuevas capas con cada escucha, mostrando la profundidad de un disco diseñado para tocar el corazón y el oído de todos. Es inevitable que Cometa se convierta en tu nueva banda favorita.
Fanfarria clandestina fue grabado, mezclado y masterizado en Álamo Shock (Madrid). La portada, creada por el fileteador porteño Alfredo Genovese, se acompaña de fotografías de Fernando Valentí, maquetación de Carlos Cascos y dirección artística de Dani Treviño.