
La razón por la que hemos querido hablar con rinôçérôse es clara: la banda sigue viva, arriesgando, y continúa sorprendiendo con su sonido. Formada por Patou Carrié y Jean-Philippe Freu, los franceses vuelven con más fuerza que nunca para presentar su séptimo álbum, «Psychôanalyse», con énfasis «French Touch» y esta vez acompañados de un nuevo productor, Vincent Leibovitz.
Desde los años 90, rinôçérôse han estado sacudiendo los escenarios de los festivales más importantes y las salas de concierto más prestigiosas. Con este nuevo trabajo, la banda abre una nueva etapa en su trayectoria, ofreciendo un álbum lleno de matices, donde se entrelazan sus rasgos más característicos: el uso distintivo de guitarras y bajos, junto con una programación electrónica ecléctica que abarca desde el rock y el funk, hasta la house y el electro.
¿Qué os llevó a tomaros un descanso tan largo en vuestra carrera musical?
Jean Philippe: Han pasado muchas cosas. Primero, Patou y yo nos divorciamos. ¡No es poca cosa! Nos llevó bastante tiempo encontrar una manera de seguir haciendo música juntos y canalizarno con nuestras vidas actuales. Patou desarrolló una carrera como director artístico de un sello de música para cine.
Patou: También estuvo el periodo del Covid, que no fue muy propicio para viajar ni para vernos…
2. ¿Qué habéis aprendido sobre la industria musical y sobre vosotros como artistas?
Patou: Hoy en día estamos trabajando en nuestro propio sello, YEEESS, así que no dependemos de nadie.
Jean Philippe:En lo que a nosotros respecta, como artistas, sabemos que tenemos la fuerza y la energía para seguir creando, incluso después de los momentos difíciles que hemos vivido.
3. «Psychoanalysis», vuestro nuevo trabajo, es funk, indie-pop y música electrónica, géneros que te caracterizan. ¿Al componer, surge algún conflicto entre estos géneros, o sentís que todo encaja de manera natural?
Jean Philippe:Nos parece bastante natural. Se debe principalmente a que comenzamos componiendo con la guitarra. Creemos que eso es lo que da unidad a nuestro sonido, por encima de los géneros que tocamos.
4. Veo que canciones como «Psychoanalysis», «Burn Out», «Addiction» y «Bipolar En Extasis» tratan sobre estados emocionales profundos. ¿Son estos temas algo que te preocupa personalmente, o sientes que te afectan de cerca?
Jean Philippe: Es una referencia a mi formación como psicólogo, aunque no tiene que ver con el psicoanálisis, sino más con la psicosociología. La gente suele referirse a nuestro doble rol como músicos y psicólogos. Patou también estudió psicología en la universidad. Por ejemplo, un amigo nuestro, diagnosticado con bipolaridad, jugó un papel importante al principio de nuestra aventura musical, motivándonos de una manera que nadie más lo hubiera hecho.
5. Hay varias colaboraciones en este álbum, ¿cómo surgieron?
Jean Philippe:Por casualidad, conocimos a Benjamin Diamond en Montpellier a través de un amigo. De no ser por eso, nunca lo habríamos contactado. Es la voz detrás del mayor éxito de French touch en el mundo y probablemente una de las canciones más pop que hemos escrito. Su voz tiene una calidez especial.
Patou: Los otros invitados, como Bnann y Jessie, son parte del equipo «rinô», y ya hemos trabajado con ellos varias veces en álbumes anteriores.
6. ¿Les invitáis a contribuir con las letras o partís de cero en ese proceso?
Patou: Nunca partimos de cero. Cuando decidimos que una pista podría ser cantada, la pista ya existe. A menudo, incluso podría quedarse como instrumental, pero decidimos trabajarla como canción. A veces solo estamos buscando un gancho vocal.
7. ¿Cómo os aseguráis de que cada canción mantenga la esencia de “rinôçérôse”?
Jean Philippe: Dando un paso atrás y escuchándolas con distancia.
8. Retrospectiva, 1997 fue un álbum completamente instrumental. ¿Qué papel juegan las letras en vuestro proceso creativo hoy en día?
Jean Philippe: Añade otra paleta a la pintura, por así decirlo… abre nuevas posibilidades. Por otro lado, no debes perderte en ello, porque podrías perder la esencia misma de la música de ‘rinôçérôse’. Para nosotros, las letras están al mismo nivel que la música.
9. El álbum comienza claramente con una pista muy funky, soul-disco, con Benjamin Diamond, «Awake», que parece casi una declaración de intenciones. ¿Siempre supiste que sería el tema de apertura?
Jean Philippe: Estuvimos un poco dudosos al respecto. Siempre es complicado crear la lista de temas para un álbum.
Patou: ¡Pero al final, fue la elección correcta!
12. Habéis mencionado que «Psychôanalysis» regresa a vuestras raíces. ¿Qué redescubristeis en ese viaje hacia atrás
Jean Philippe: Hemos estado en el corazón de nuestro enfoque desde finales de los 90: hacer música de baile a partir de guitarras. Pienso especialmente en temas como «Teenage hormonal revolution», «Bipolar en extasis» y «Burn out». ¡También me imagino tocándolos en el escenario!
13. ¿Qué pensáis hoy cuando miráis atrás y veis todo lo que habéis creado desde entonces?
Patou: Desde nuestro punto de vista, no es fácil de decir, pero hoy, cuando leemos la prensa en Francia durante el lanzamiento de este séptimo álbum, nos damos cuenta con orgullo de que nos ven como embajadores de la música electrónica francesa, aunque un poco alternativos, fuera de lo común… ¡nos gusta eso!
14. ¿Habéis pensado en diferentes maneras de conectar con el público en directo tras estos años de pausa?
Jean Philippe: Estamos trabajando en ello actualmente con Vincent Leibovitz (Chomsky), nuestro nuevo socio. Hay mucho trabajo por delante, ¡pero promete ser potente!
15. En abril lanzáis «Guitar Dictatorship», con imágenes en el mar y una pista de 20 minutos, y parece que la guitarra eléctrica también aparece en la portada, en un sofá. ¿Es vuetro santo grial?
Patou: En cierto modo, sí, como un tótem, un fetiche…
16. ¿Cuántos instrumentos de cuerda tenéis entre los dos?
Patou: ¡Diríamos que unos quince! Y Chomsky debe tener tantos sintetizadores como nosotros. Somos unos fanáticos de los instrumentos.
17. ¿Qué recuerdos tienes de España? Habéis tocado innumerables conciertos, en salas y festivales.
Jean Philippe: España sigue siendo nuestro país favorito por la atmósfera en los festivales, el público, pero también la mentalidad, el clima, la comida… no se puede explicar, es una conexión íntima.