24 abril 2024

chavo

El pasado miércoles, y tras un pequeño tiempo de descanso, empezó de nuevo el circuito de monólogos que en esta ocasión estará los miércoles en la Sala Polar (C/ Padilla, 5), los jueves en el Bar La Noche (C/ Tórtola esquina con C/ Urraca) y los viernes en el Pub Connery (Paseo Juan Carlos I). El cierre del Maeloc fue un duro golpe para los habituales de estos shows, aunque por suerte algunos sabíamos por Gori (organizador de este circuíto) que iba a volver a ponerse en marcha antes o después y si dependía de él lo sería antes.

La primera de estas actuaciones corrió a cargo de Fran el Chavo, presentado por Gori “el magnífico”, quien encandiló a todos los que se acercaron hasta la Sala Polar el miércoles. Doy por hecho que logró el mismo éxito y participación por parte del público en los otros dos locales, al menos viendo la reacción de ese día. Es cierto que quizá hubo menos público del que era costumbre en el Maeloc, pero igualmente hay que pensar que ahora tienes posibilidad de elegir entre tres días y además en distintas salas, lo que es verdaderamente un acierto y además demuestra que Valladolid (en contra de lo que muchos vecinos y amigos parecen pensar) es una ciudad bien plagada de oportunidades culturales y eventos a lo que ir.

Volviendo a la actuación de Fran el Chavo, hay que decir que el ser de la ciudad en la que actúas conlleva una gran ventaja ya que poder hacer chistes locales, referencias a zonas (como sus varias críticas hacia la discoteca Tintín o su infancia en pajarillos) y algunos giros que son bien conocidos por los residentes (aunque si vas con gente de fuera toca explicárselo, a mí me pasó con una amiga de Zamora). Igualmente la nostalgia siempre es un muy buen tema (y más en concreto con nuestra generación) y las series de los 80 o 90 son un gran punto de partida para hacer geniales intervenciones, además que a veces parece que las referencias a Barrio Sésamo son casi obligadas.

Aunque, era de esperar, empezó con un retraso bastante importante pudieron más las ganas de pasar un buen rato y durante más de una hora no se oían más que risas, aplausos y de cuando en cuando algún comentario por parte del público que el cómico usaba para seguir con sus gags.

Los monólogos han vuelto a Valladolid y con fuerza.