El cambio de imagen de la página se merece un buen post para comenzar mi andadura. Para ello, os voy a hablar de la ciudad a la que máscariño tengo de toda Europa. Ni es la más bella, ni la más grande, ni la que más cosas tiene para ver aunque probablemente tenga las cervezas más ricas y baratas de la zona. Buena vida nocturna, muy altas y bellas mujeres y barata comida que te permiten vivir sin apuros y darte cuantos caprichos quieras sin mirar al bolsillo. La ciudad, mi destino como estudiante Erasmus: Bratislava, capital de la República Eslovaca.
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Antes de todo, deciros que tras 6 meses en ella, tengo demasiada información y consejos que daros, así que me lo voy a tomar como un resumen de la ciudad. Y si en algún momento, creo interesante extenderme en algún apartado, no dudéis que lo haré. O más fácil, si os interesa saber más en profundidad sobre: viajes desde la ciudad, lugares de fiesta, comer, beber, ricas cervezas no dudéis en pedirla. Comienzo:
Bratislava, Eslovaquia. En la UE desde el 2004, y uno de los países más pobres de la misma. Con una economía comunista hasta hace no demasiado, todo ello se hace notar a la llegada. Grandes avenidas con feos bloques de edificios, una perfecta y extensísima red de tranvías o trolebuses, poca iluminación en las calles y millones de coches Skoda. En las afueras, no demasiado glamurosos bares o restaurantes no llaman la atención para que uno entre a consumir, y se dice, que en las afueras, los ataques xenófobos suelen ser algo comunes. Pero bueno, eso se dice de casi todas las ciudades del antiguo bloque
Eso anterior, es lo que primero ves al llegar, esa sensación es la primera que tuve, y que me duro el primer día llegando a mi alojamiento. Desde entonces, y una vez que te pones a pasear y a investigar un poco en la ciudad, le puedes sacar mucho jugo. Bien, sigue sin ser tan monumental como su vecina Viena (esta a una hora) o su vecina del norte Praga, o el país no tiene tanta fama como Hungría o la Rep. Checa pero te ofrece mucho.
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El centro, varias callejuelas frente al enorme y espectacular rio Danubio. Muchos bares, las embajadas y caros restaurantes os encontrareis. Bellas plazas y curiosas esculturas adornan esta parte de la ciudad. Totalmente renovada, suele decirse que es la pequeña Praga, y aunque me parece algo exagerado, si que te da una muy buena impresión. Muy recomendable en las navidades, donde montan una pista de patinaje sobre hielo, un mercado y decenas de puestos en donde el vino caliente y los bocadillos campan a sus anchas. La catedral, iglesias y torres se merecen varias fotos.
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El castillo, sobre el barrio antiguo. NO es especialmente bonito, ni tiene demasiado de ver desde dentro, pero una vez en la ciudad, y dado que el precio no es alto, merece una visita. Sino, aunque sea por las vistas y la tranquilidad que se respira, merece mucho la pena.
No os apetece subir al castillo, preferís verlo desde abajo. ¿Desde donde se tiene la mejor vista de la ciudad? Desde el UFO. El novi most (puente nuevo) de la ciudad tiene en uno de sus extremos una curiosa torre (pirulí como le diríamos por estas tierras) en cuya parte superior hay un restaurante con una terraza desde la que se ve una perfecta panorámica de 360º de la ciudad. No hay que perdérsela!.
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El parlamento, con un típico cambio de guardia, sin nada especial, es una visita también obligada, por ser un edificio bastante característico, y queda en el centro de la ciudad. Si estáis cansados y os quereis relajar un poco, tomar un bocadillo a la sombra, o simplemente echar una siesta, en la trasera del edificio hay un tranquilo y cuidado parque que es simplemente PERFECTO para esos menesteres.
Bueno, ya hemos acabado con lo mítico, pero todavía no os he hablado de las dos partes de la ciudad que más me gustaron. La primera:
El monumento de Slevin. En lo alto de una cima, a 20-30 minutos del centro, y tras una breve ascensión entre las casas de uno de los mejores barrios de la ciudad llegamos a este monumento que rememora la liberación de la ciudad, y el conjunto de país, en 1945. Así pues, es un monumento comunista, con sus esculturas, tumbas a los militares caídos, estrellas una autentica preciosidad. Tranquilísimo porque muy pocos turistas lo visitan y muy interesante porque te permite ver la ciudad desde otro punto de vista. Este, mi lugar favorito de la ciudad y que más veces visité.
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***Slevin***
Otra zona, que al menos cuando yo andaba por allá todavía mantenía toda la gracia, pues no se había visto invadida por tiendas de suvenires o turistas es el barrio que queda bajo este monte. Con preciosos edificios, aun sin renovar, que le dan un toque decadente
pero muy realista, de lo que antes era Bratislava. No son los feos e impersonales edificios que se pueden ver en las afueras de la ciudad, estos tienen mil detalles en sus puertas, puertas o fachadas Y pequeñas cervecerías o bares serán un perfecto refugio para tomar una rica cerveza o cenar…
