18 abril 2024

Últimamente está muy de moda eso de hablar de los “supergrupos”. Y, en realidad, no son más que consecuencias naturales de años compartiendo estudios, grabaciones, conciertos y música en general. De este modo, últimamente, se ha dado ese calificativo a bandas que están dando tanto de que hablar como Extraperlo, Egon Soda, Nothing Places, León Benavente o, el que ahora nos ocupa, Santos.

santos

Veteranos del rock, ni más ni menos. El estudio barcelonés Blind Records, conocido por albergar grabaciones de grupos como Mucho, Supersubmarina, Sidonie, Cat People o, justo ahora, Iván Ferreiro, ha sido el epicentro de esta sinergia que se consumó hace ya un par de años, pero cuyo primer trabajo discográfico vio la luz a principios de este año 2013. Fue entonces cuando Santos Berrocal (batería, percusiones), Roger Marin (bajo), Jordi Calatayud (voz), Alex Vivero (guitarra) , Andreu Cunill (guitarra) y Florenci Ferrer (teclados) se subieron al escenario de la sala Music Hall para presentar Homenaje, un disco que suena a tantas cosas como grupos de los que tienen influencia directa: bandas que Santos y Florenci han producido desde Blind, grupos punteros del indie (sobre todo) barcelonés en las que todos ellos han ido militando en uno u otro momento, o músicos pertenecientes a otros grupos que han colaborado en el disco.

De todo ese revoltijo, como no podía ser de otra forma, surge un disco elegante y cuidado, con todas las canciones firmadas por Santos Berrocal y colaboraciones estrella como las de la guitarra de Ricky Falkner y las voces y percusiones los tres integrantes de Sidonie en ‘Tal vez’, uno de los temas más contagiosos del álbum. No es el único: sobresalen también la desgarrada ‘Mi funeral’, o la creciente ‘Gospel de chatarra’, por citar algunos de los 11 temas de un disco que, por lo que parece, es perfecto para escuchar tranquilamente en casa y para sudar vigorosamente en un concierto: tablas hay, pero novedad también, y ahí está lo grande del asunto. Yéndonos a lo amoroso, que casi siempre se puede equiparar con lo musical, las mejores manos son las del amante experimentado, que sabe cómo y dónde quiere llegar, pero las del nuevo amante tienen el aliciente de ser eso, nuevas, de querer aprender de cada roce y del extra de excitación que supone el factor sorpresa. Y ahí está la gran baza de Santos: es un nuevo amante, pero sus manos han tocado ya muchos y muy distintos cuerpos. Se las saben todas.

Cuando se sabe con lo que se trabaja, con quién se trabaja y con qué objetivo se trabaja, las cosas son muy distintas, es complicado que el resultado sea malo. Más, si cabe, si la calidad de la materia prima ya está debidamente demostrada, y luego todos los ingredientes se han cocinado a fuego lento y con un chef al mando que no sólo emplata, sino que también ha cultivado, regado, cosechado, seleccionado, troceado y cocinado el guiso en cuestión. Y este, para qué nos vamos a engañar, ha quedado para darse un auténtico homenaje con él.

Por Madrid pasaron hace muy poco, dejando un gran sabor de boca en la Sala Moby Dick, así que seguro que su vuelta por la capital es más que inminente. Por lo pronto, y de cara a los festivales de verano, a principios de julio se les podrá ver en el Faraday Festival de Vilanova i la Gertrú, y ya han sido confirmados para la 16ª edición del Sonorama.

'Homenaje', de Santos

 

Puedes escuchar el disco en Spotify