De la mano de Girls Allowed volvían a la capital las fiestas cool alrededor del universo girly (tal y como ellos definen) . Patrocinado por Movistar, en esta ocasión los protagonistas de la velada eran eMe dj y Hurts.
Hurts, es una boy-band que ha vuelto a poner el synth-pop y el techno post new–wave de moda en Manchester (si alguna vez no lo estuvo) el concierto que dieran en la sala Penélope, a pesar de corto se puede catalogar como contundente, en apenas una hora el grupo presentado como cuarteto dio un buen repaso a su disco de debut , ‘Hapiness‘ , directos, firmes y encantandos de reencontrarse con el público español. Abriendo la velada tuvimos una mini-sesión de eMe dj donde calentó motores para los británicos.
La sala Penélope no obstante es una de esas salas con columnas que te pueden dejar bizco para ver el concierto si llegas un poco tarde por no hablar del chorro de aire acondicionado que te dejaba pajarito, en este caso esos handicaps eran solventados por la buena calidad de sonido de la sala, a destacar además la labor de los técnicos de iluminación, que fueron dotando el espectáculo de una combinación de luces y humos en concordancia con los temas de los británicos.
Con casi una hora de retraso respecto a la hora de salida confirmada , salían los apuestos miembros de Hurts, como un cromo, como sacados por orden de la misma peluquería y vestidos por el mismo sastre. Elegancia que llevaron al terreno musical con piano (cubierto de rosas blancas que lanzarían a posteriori al público), y teclados incluidos.
Vozarrón el de Theo Hutchcraft , que demostró durante toda la velada, mientras Adam Anderson hacía lo propio como teclista. Ecos ochenteros manifiestos durante su recorrido por su disco de debut nos hacían recordar a grupos como A-HA , Depeche Mode, el glamour de Spandau Ballet , o el techno de O.M.D y Yazoo.
Como comentamos, fue breve pero conciso, el público respaldó durante todo el repertorio, ‘Blood, Tears And Gold’, ‘Silver Lining‘, ‘Stay’, relajandonos con ‘Verona‘ o ‘Devotion‘, o invitándonos a desfasar en la pista con hits como ‘Wonderfull Life ‘ y cerrando con todo un rompepistas ‘Better Than Love‘. Lástima que no hubiera bises, las luces se encendieran , y la música de baile de la sala invitara a aquellos afortunados que pudieran a empezar la fiesta la noche del miércoles.
