Esta banda británica se formó en 1983 por dos parejas de hermanos (los Weatherill y los Ross) sin que a pesar de su calidad tuviera un éxito masivo. Injustamente se disolvieron bien entrados los noventa para no volver jamás. Muchos años después, su líder y solista Kevin Weatherill abandonó su banda Dirty Ray para irse a vivir a Lugo hasta que fruto de las presiones de amigos y fans decidió resucitar a los Immaculate Fools con una nueva formación para volver a dar conciertos y grabar 9 de sus éxitos libre (años después)de las imposiciones de la producción discográfica. El resultado es este álbum que se antoja como una especie de recopilatorio “actualizado” para los fans de la banda, aunque puede ser un disco nuevo para los legos de la formación que descubrirán unas canciones pop muy potentes.
Para empezar la voz de Kevin (ahora firma como Raymond) está que se sale, como si no hubiera pasado el tiempo, en ocasiones recuerda a Bowie mientras que en otras al Nick Cave o al Boss mas poperos o a un Tom Waits menos ronco, pero siempre dramático y entregado. Luego la producción del nuevo guitarrista Adam Fuest ha resultado un sonido fresco y actualizado de pop británico luminoso. Aunque nada sería lo mismo si las composiciones no fueran tan y tan brillantes.
Del debut “Hearts of fortune” (1985) se rescata la que da nombre al grupo y la que les dio cierta popularidad en su día y “Save it”, mientras que de la continuación” Dumb Poet” (1987) reversionan “Wish you were here”, Y del que es quizás su mejor LP “Another Man’ s World”(1990) las no menos geniales “Sad”, “She Fools Everyone” y “Come On Jayne”.
Grandes canciones para una segunda oportunidad de una banda que tenía todos los elementos para triunfar.
