16 abril 2024

joe-crepusculo-supercrepusDecía acertadamente Víctor Lenore (crítico musical y uno de los principales redactores de Rockdelux) en su web a propósito de Joe Crepúsculo que el ingenio es esa virtud que deslumbra a corto plazo y satura en dos semanas. Bien, después de sobresaturarme de ‘Supercrepus’ (el segundo de los discos que sacó en 2008) con motivo de su próximo concierto todavía no he decidido si en el fondo tiene razón o no puede estar más confundido, así de controvertido es Joe.

Para enfrentarte a este hombre y su propuesta nada fácil necesitas una pizca de sentido del humor, y no el saber que para Rock de Lux -una de las revistas mejor consideradas de nuestro país- ‘Supercrepus’ fue el mejor disco nacional del 2008. Quizás lo mas acertado sería ver primero el videoclip de ‘Suena Brillante‘ y captar esa esencia que destila el personaje: a caballo entre el hedonismo arty, el pasotismo absoluto y el surrealismo vulgar.

Con esas claves ya podemos comenzar a abrir el disco teniendo claro que la perfección musical es una meta de la que huir, sobretodo desde esa forma de cantar que no se sabe si bosteza, habla, se autoparodia o eructa.
Todo está lleno de teclados juguetones e inesperados que pueden estar metidos a destiempo, parecer chirriantes (‘el faro’), chiptuneros/videojueguiles como la intro de un rpg de la superNintendo (‘espada de damocles’) o trasnochados homenajes al espiritu gamberro de la movida ochentera española que después de unos segundos de estupefacta sorpresa nos dejan auténticos himnos con adictivos estribillos synth-pop como ‘Baraja de cuchillos‘, ‘El día de las medusas‘ o ‘La canción de tu vida‘ (vamos a bailar este tecno!).

Encanto pop con producción de baja fidelidad hecha en casa. Para encontrarle alguna pega nos tenemos que ir al número de pistas, 20 que rondan los maravillosos 2 minutos de inmediatez, y no deben de ser consumidas de seguido a riesgo de producir sobrecarga en el usuario, ya que la explotación de éste particular estilo en ‘Supercrepus’ hace que al final confundas la mitad de las canciones con el resto.

Su sonido cercano casa perfectamente con unas letras costumbristas, honestas y a menudo irónicas, cuando no absolutamente crípticas y sin sentido (aparente). Porque no sabemos que quiere expresar con “la cara del perro es muy bella por dentro” en un disco que según su autor habla del amor, pero la critica a la perdida de valores en ‘Amar en tiempos de democracia‘ o frases como “la medida del amor es amar sin medida / y si precisas de una mano, recuerda que yo tengo dos” hace que no puedas dejar de atenderle.

En fin, puede que sea por esa atracción que produce el feismo, lo original de su propuesta o que detrás de todo hay canciones con buenas melodías, pero yo me he hecho de su club de fans. Eso si, ya veremos si renuevo la suscripción el mes que viene.

Puedes descargarte libremente Supercrepus desde su pagina web en este link.