Palma Violets son, sin duda, el gran hype de las islas británicas desde que aparecieran The Vaccines en escena el año pasado (¿Sólo? Parecen llevar una vida aquí). Tanto en unos como en otros, el ensalzo responde a una precipitación tremenda, una especie de locura colectiva cimentada por escasos argumentos y menos música. El ascenso de ambos fue y está siendo meteórico sin ni siquiera una canción que les respaldase, sin cuatro minutos que, al menos, permitieran a los medios una base sólida sobre la que levantar el altar de las jóvenes bandas. En el caso de Palma Violets, el tema ha ido más allá.
Su nombre comenzó a aparecer tímidamente en varios buzzblogs que hacían cuenta de su labor como acompañantes de gira de 2:54, Savages o Alabama Shakes. El cataclismo llegaría después, como siempre, de la mano de los grandes controladores mediáticos alternativos. La NME se referiría a ellos como poseedores de “los mejores estribillos desde Alex Turner”, añadiendo que “hacen rock and roll como si lo hubieran inventado”. El fenómeno viral iría más allá, ganándose comparaciones con The Strokes o The Libertines. The Guardian les dedicaba espacio en la reputada sección ‘banda del día’, Stereboard les calificaba como “uno de los mejores teloneros que hemos visto en años” y Rough Trade anunciaba que los londinenses firmarían un contrato con el sello.
En menos de medio año, Palma Violets se habían convertido en la comidilla de medio mundo y ellos aún no habían grabado una canción. La fórmula está más que vista. Son guapos, visten bien y representan el prototipo de ídolo para las adolescentes mojabragas: malotes de ciudad y actitud chulita. De hecho, las primeras noticias extramusicales no se hicieron esperar y un altercado con la policía de Liverpool por abordar un famoso helter skelter a altas horas de la madrugada bien ocupó las portadas de varias revistas. Después llegarían Leeds, Reading y el anuncio de una gira encabezada por ellos mismos que recorrería el Reino Unido. O lo que en cristiano se traduce en que miles de personas van a pagar por ver en directo a unos chavales de los que no han escuchado absolutamente nada. Porque lo dice la NME y la madre que los parió. Sin querer tentar al diablo, ya saben cómo acaban algunos de estos hypes prefabricados. Efímeros.
De todos modos, ahora ya podemos hablar con fundamento. Y es que Palma Violets han lanzado su primer tema de estudio titulado ‘Best of Friends’ como anticipo de la gira. Tres minutos y treinta y tres segundos de sustento que saben a demasiado poco. Indie rock de manual que queda a años luz de las gloriosas sacudidas guitarreras que nos brindó la música anglosajona a principios de siglo. Tan planos como los Vaccines, insulsos en las letras (quiero ser tu mejor amigo / no quiero que seas mi chica) y sin el fenómeno sorpresa a su favor. Igualmente, ahora que pueden, juzguen vosotros mismos:
httpvh://www.youtube.com/watch?v=poFXWUTEs1k