Reconozcámoslo de una vez: la faceta musical intrínseca a la Navidad es un coñazo. Es que se acerquen las fechas señaladas en el calendario y que se nos empiece a atragantar la gamba. Los villancicos son una irritable sucesión de voces blancas, campanas y panderetas, sí, pero siempre han tenido ese punto mágico y familiar, de cantarlos después de la cena con una copa de cava champán de más. Pero llegaron a la televisión en absurdos anuncios, más irritables si caben, a los centros comerciales y su hilo musical…¡y al indie! Y en estas nos encontramos ahora mismo. Sufjan Stevens no parece cansarse nunca de sus horteras villancicos, recopilados en mixtapes y volúmenes tan infumables como los polvorones en abril. The Killers debieron tener una infancia cargada de carbón para que, año tras año (¡ya van siete!), nos castiguen con nueva canción navideña. E incluso, para este año que acaba, un conjunto de artistas (que incluye a The Shins, Fun., Calexico, The Head and The Heart, Paul McCartney, Rufus Vainwright o Sharon Van Etten) ha preparado un maxi álbum para la ocasión titulado ‘Holidays Rules’. Tan hortera como comer macarrones con tomate en año nuevo.
Y, en esta perspectiva, hemos encontrado una Navidad que nos gusta muchísimo más. La trae el recomendabilísimo grupo femenino PINS y responde al título de ‘Kiss Me Quickly (It’s Christmas)’. Una balada lo-fi que recoge el sonido oscuro y primitivo de la banda de Manchester acompañada por unas panderetas. Una canción que habla sobre el frío que tienen y las ganas de que sus amados regresen a casa y les pegue un buen revolcón. ¡Eso sí que es Navidad y no lo de los peces en el río!
