Prisioneros del psych-rock : The Limiñanas se marcan uno de los directos del año en Madrid. Sala Changó. Noviembre 2025.
La pasada semana la banda más cool de Perpiñán tomaba Madrid, con ese apelativo no podíamos tener dudas ante acudir a tan grata cita, con ansias de psicodelia, de garage lleno de reverb y de ese sonido oscuro y cinematográfico del que tan buen uso hacen los galos. Su nuevo paso por nuestro país de la mano de Houston Party traía como protagonista a ‘Faded‘, su último trabajo en el que se sumerjen en el ocaso de Hollywood, una banda sonora en la que los sueños rotos fluctúan a través de hipnóticas visuales y melodías que nos atrapan a rabiar.
Marie y Lionel Limiñana son el core, pero la banda acompañante se siente de igual manera pegada a ellos, como si de un único ente se tratase, aunque la formación varíe, el trance marca The Limiñanas brota de aquel que se haga partícipe de ellos. Martes, nueve de la noche, Madrid no duerme, y la Sala Changó se antojaba repleta (recordamos que se movió de la Wagon a esta sala días antes), una sala que depende del día te puede sonar como te puede sonar. Los galos tuvieron consigo todas las de sonar como un pepino, con esa nitidez que permite tomar sus capas sonoras cual bañista toma olas, disfrutando de cada bajada y subida como si fuéramos niños chicos en un tobogán aunque empezábamos volteando nuestra cabeza más bien en ‘Spirale‘. El camino por Faded era evidente, ‘Shout’ y ‘Prisoner Of Beauty’ iban marcando el camino, guiado por unas visuales que noqueaban al asistente, fantaseando con ser los protagonistas de un western crepuscular, en el que bien podíamos cabalgar al son de los Primal, la Velvet, Moon Duo o The Jesus And Mary Chain enfrentados a los franceses, certeros y arrebatadores, expansivos y abrasadores.
‘J’adore Le Monde’, quiero que no acabe nunca, que me zarandee un rato más, que me siga haciendo palpitar entre coros ancestrales mientras dure ‘la nuit‘… decía mi colega Andrés Castaño, ‘vas a ver a una de las formaciones con mejor directo que te puedes encontrar‘, poco me engañó el canalla. Por unas o por otras no había podido caer rendido al directo de la banda, ojalá volver virgen a ellos, aunque este acto de amor en directo durará toda la vida. The Limiñanas llevan una buena cantidad de años haciendo esto, perferccionándolo, llenando de distorsión y de ese sonido revival sus composiciones, riffs invasivos, riffs en vena, ‘Je Ne Suis Pas Très Drogue‘, ‘Malamore‘ … Tienen tacto para el punk, para el post-punk y para traernos al presente los finales de los 70 y los primeros 80s, esos que combinan a los nuevos románticos con el garage y el kraut, el ritmo motorik y las cuerdas espaciales, y así van llegando ‘Shadow People’ y ‘The Gift’, implacable, canciones de cuna para asalvajados. ‘Istambul is Sleepy‘, electrifica, reinventa el surf, los teclados nos poseen, la banda es una pura quimera, ¿no necesitáis a un séptimo para hacer lo que sea?. Thomas Gorman (Kill The Young) a la voz, Clémence Lasme (Moodoïd, Lucie Antunes) al bajo, Keith Streng (The Fleshtones) a la guitarra y Alban Barate a las teclas son los responsables del acompañamiento a la pareja, y una nueva fusión surge a las manos de ‘Je Rentrais Par Le Bois… BB’…
Llegan los bises, ojalá no llegaran, pero no podemos negarlo, ese zarandeo, ese vudú musical que llevan aplicandonos desde hace casi hora y media, nos va a durar tiempo, nos va a acompañar en las conversaciones del resto del año sobre los mejores directos vistos en tiempo, ‘El Beach’, y un poco de Suicide a su manera para aabar de dejarnos noqueaditos perdidos. The Limiñanas, merci!
