28 marzo 2024

Aún recuerdo mis años mozos en los que me pasaba las tardes embobado delante de la caja tonta viendo series de dibujos de todo tipo (no como ahora, que sólo hay corazón de ese, puaj). Y recuerdo mejor aún cuando empezaron a echar la ya mítica serie de los noventa de los X-Men. Ya en esa época los superhéroes empezaban a fascinarme: Batman y Superman con sus películas, me cautivaron, y después las distintas series de dibujos me terminaron de rematar. En honor a la verdad, la serie de los X-Men en sí no era ninguna maravilla, aunque era bastante fiel al cómic. Se basaba sobre todo a la época en la que Claremont y Jim Lee hacían de las suyas con los mutantes. Dejando de lado la calidad de la serie, lo que sí que puedo decir es que es por culpa de esos dibujos animados que ahora sea un pijamero de los pies a la cabeza. Y ni que decir tiene que los mutantes siempre serán mi grupo fetiche por excelencia. Por esa misma razón volver a comprar la serie regular con el título original de los mutantes fue como recuperar una parte de mi mismo.


El motivo de volver a hacer la serie regular de los X-Men no es más que el cambio de equipo creativo que se produjo hace ya un par de meses. Hasta entonces los encargados de dirigir la serie eran Peter Milligan a los guiones y Salvador Larroca a los lápices. No seguí la serie durante su etapa (el anterior trabajo de Austen me dejó derrotado) pero en cualquier parte se pueden encontrar las mismas críticas: La etapa era mala tirando a peor. Parece mentira teniendo en cuenta el increíble trabajo que hizo este guionista con X-Static.

Sin embargo, el cambio de equipo creativo supone un auténtico lavado de cara para la serie. Los culpables de todo son Mike Carey (guiones) y Chris Bachalo (dibujos). Carey se encarga de empezar un nuevo arco argumental presentando a nuevos villanos y formando un grupo realmente particular, que supondrá algo así como un comando de respuesta rápida dentro de la mansión de Xavier. Tomen nota: Pícara será la nueva líder (algo que se veía venir desde hace tiempo), el Hombre de Hielo y Bala de Cañón serán dos de los pesos pesados, junto con uno de los más interesantes desde mi punto de vista, Cable. Además, a estos habrá que juntar a algunos de los enemigos de la patrulla que por distintas causas se unirán a ellos: Mística (la cual llegó ya en la anterior etapa) y Dientes de Sable son algunos de los personajes más interesantes y que más juego pueden dar, sobre todo el segundo. Con estos personajes, Carey empieza una etapa llena de acción e incógnitas a descubrir. Una de las cosas que más me han gustado del guionista, aparte de que parece que sabe tratar a los personajes realmente bien y los sabe poner en su sitio, es que tiene especial cuidado con el resto de las series mutantes. En los números que lleva, ha sido capaz de hacer un hueco a los acontecimientos de la actual etapa de la serie de la Patrulla-X y también ha dejado claro que de la mansión se ocupan los miembros de Astonishing. Quizás lo que más se le pueda echar en cara es que de momento no parece que la serie retorne a los viejos tiempos en los que la patrulla realmente parecía unida y tenían un sentimiento como de familia. Hasta ahora, los equipos mutantes han sido una sucesión de equipos de asalto preparados para lo peor. No es que esto este mal, y mucho menos si está bien tan bien contado como lo hace Carey, pero sí que se echa en falta.

Ahora me toca hablar de Bachalo, pero aquí sí que no puedo ser para nada objetivo. Realmente estoy enamorado de los dibujos de este hombre, sobre todo de sus mujeres. Bachalo es un dibujante con un estilo realmente personal, y eso suele traer polémica. Está claro: o le adoras, o le odias. Como ya he dicho, me encuentro entre los primeros, y más ahora que parece que su estilo se ha depurado ya hora parece mucho más “limpio”. La sensualidad que descargan sus mujeres es abrumadora. Cada vez que ves a su Pícara te dan ganas de decir: “Pégame, átame, humíllame, pero no dejes de mirarme”. Puede que uno de sus mayores defectos es que, al ser tan detallista, hay veces que sus composiciones de página están un poco sobrecargadas, haciéndose algo difícil seguir la línea de acción, sobre todo en escenas de lucha. Pero no es nada que no se pueda arreglar con un poco de paciencia y atención al dibujo que uno tiene entre manos.

Resumiendo, creo que es un buen momento para la serie, tanto el guionista como el dibujante están haciendo un gran trabajo, creando una serie interesante y llena de acción, que recupera viejos conceptos trayendo consigo otros nuevos.

El siguiente repaso (y último): Patrulla-X.