El pasado viernes 18 de septiembre salió al mercado el primer recopilatorio oficial de los ingleses Starsailor, con el que rompen su silencio desde su anterior “All The Plans” (2009) y con el que arrancan una gira por sus tierras. Buena noticia es la vuelta de esta banda que arrancó por todo lo alto con uno de los mejores discos del nuevo milenio “Love Is Here” (2001), que se marcaron un tema cuya remezcla se bailó en las discos de todo el mundo como “Four To The Floor” y que incluso tuvieron el privilegio de ser los últimos trabajos del gran y controvertido Phil Spector antes de entrar a prisión.
El disco lleva 15 de los mejores temas de sus cuatro álbumes (siete de los cuales son del debut), dos nuevas canciones con las que demuestran que mantienen el tono – “Give Up The Ghost” y “Hold On” – y dan la excusa a los fans para hacerse con una copia, mas la versión bailonga del “Four To The Floor” (también está la original, a años luz de esta). Esta última, si bien les habrá dado royalties no tiene sentido meterla aquí, pues rompe con el tono del álbum y con el legado de la formación.
Y es que los británicos se caracterizan por la portentosa y sentida voz de James Walsh, por su sonido épico de inspiración en la música negra de raíz, por las guitarras rítmicas afiladas del brit pop tardío y por cierta melancolía que se trasluce en muchas de sus canciones.
Cabe destacar las canciones del debut que aquí hacen presencia, con la amable “Good Soul”, el single precioso que fue “Tie Up My Hands” la tristeza de “Alcoholic”, el desgarro de “Fever”, la bonita “Lullaby”, la mística “Way To Fall” con la que fácilmente saltan las lágrimas, casi tanto como la eterna “Poor Misguided Fool” y su cargamento de poderosa melancolía. Luego aparecen maravillosos éxitos indie-pop al uso como son “Silence Is Easy” con ese tono optimista, la infravalorada “In The Crossfire” que en su día pasó desapercibida, y la mas reciente pero no menor “Tell Me It’ s Not Over”.
Una compilación muy recomendable para aquellos que hayan llegado tarde a la banda, aunque quizás mejor sería hacerse con una copia de su portentoso debut, allí se encuentran la gran mayoría de sus mejores momentos.
