Diez motivos para no perderte el Tomavistas Festival este año.
El Tomavistas Festival vuelve del 19 al 21 de mayo y te contamos diez motivos por los que no puedes estar aún decidiendo si te pillas o no el ticket….
- Porque el emplazamiento es una maravilla. ¿Ver un directo viendo atardecer? ¿Sentarte en una grada de piedra y disfrutar desde primera hora de los directos más atrevidos? ¿Estar aislado en un parquecito dentro de una gran urbe como Madrid? Sí, todo es posible en el parque Tierno Galván, uno de los pilares fundamentales del éxito del festival es la elección de este increible emplazamiento bien reaprovechado para mostrar la calidez que ofrece en su maridaje con la música en directo.
- Porque el apoyo a los grupos nacionales es evidente y no nos referimos a incluir a ‘los de siempre’ : Los Bengala, Quentin Gas & Los Zíngaros, Schwarz, White Bats, Atención Tsunami, Las Odio, My Expansive Awareness, Kokoshca, Aries, Mourn, Cala Vento, Pavvla, Rural Zombies, Egon Soda, Enric Montefusco, Baywaves, Cómo vivir en el campo…y más ¿a que a muchos de estos no les encuentras en los sota-caballo-rey fest?
- Porque podremos disfrutar de los nuevos trabajos de bandas como Temples, Lori Meyers, Goldfrapp, The Horrors o L.A., siempre es gustoso escuchar en primicia y en directo nuevas composiciones de bandas que nos tienen con los pelos como escarpias cada vez que lanzan algo.
https://www.youtube.com/watch?v=CqS–6MmUek
- Porque casi el 50% del cartel (19 bandas en total) cuenta con presencia femenina, ¿Ves como no es tan difícil programar algo con criterio, cabeza y reconociendo el papel de la mujer en la música?
- Porque durante tres días puedes reencontrarte con toda la comunidad musiquera de la ciudad y alrededores. El año pasado era raro caminar unos minutos sin dar un par de abrazos, besazos, ponerte al días con esa gran comunidad musiquera que impera en Madrid y que tiene en el Tomavistas un refugio que esperamos dure años y años.
- Porque hay que apoyar a los festivales locales emergentes como es el caso del Tomavistas, que en su tercera edición apuesta por un cartel mucho más potente donde los grandes nombres conviven con las grandes promesas, un festival que mantiene esencia castiza.
Foto : Toni Delong.
- Porque no hay que viajar a Mordor para cambiar de escenarios y no hay que pedir unos prismáticos para poder ver a los cabezas de cartel desde la pista. Un par de escenarios fueron suficientes el pasado año para hacer la transición sencilla, escalonada y lo suficientemente tranquila. Si bien a última hora el apogéo es evidente, no hubo sensación de estar en un agobio permanente, algo que sinceramente, se agradece.
- Porque es una buena ocasión para arrancar la temporada de circuitos festivaleros con fuerza. Además para muchos esa semana tiene cuatro días, San Isidro nos concede un lunes de descanso para llegar al viernes con todas las fuerzas del mundo para disfrutar de tres días de música en directo non-stop.
- Porque la bebida y la comida no tienen precios de sangre de unicornio conseguida al amanecer un 29 de febrero de un año impar. Puedes tomarte unas cañas y buscar un poco de energía en el recinto sin tener que empeñar tus vinilos en el wallapop.
- Porque puedes llevarte a los peques y hay ofertas especiales para ello, los menores de diez años entran gratis, y los que tengan entre 11 y 15 años podrán conseguir sus tickets por solo 5€. Además el domingo es día de familia y por 50€ puedes pillar un pack familiar de pareja más dos niños, te sale mejor que llevárteles al parque de atracciones chico.
