17 abril 2024

adamgreenppal

El pasado Miércoles 3 de Marzo pudimos acudir al concierto de ROCK de Adam Green; y digo ROCK porque los noventa minutos de directo del ex-Moldy Peaches fueron muestra de un verdadero espectáculo de rock de los de antaño lejos del sosegado estilo de sus discos, especialmente el último más cercano al cantautor, folk y americana.

Ataviado con chupa de cuero, tachuelas y un aspecto totalmente ochentero, Adam Green subió al escenario de la abarrotada Sala Boite de Madrid, tras el pésimo espectáculo ofrecido por el telonero Ish Márquez, como una auténtica figura del rock, de las que ya casi no quedan, acompañado de su potentísima, numerosa y excelente banda y abrió el repertorio de la noche con una destructora Cigarette burns forever, muy lejana a la original del disco pero, eso sí, acompañada de esa elegante voz de Elvis del Siglo XXI que le caracteriza.

Saltanto, corriendo, volando y, sí, como habréis comprobado esta vez debido a la falta del reportaje fotográfico usual, imposible de congelar en una fotografía, Green continuó su repertorio con Gemstones verificando, por si a alguno de los numerosos asistentes no le había quedado claro, que el concierto que iba a ofrecernos esa noche distaría mucho de sus moderados discos. Recorrió prácticamente todo su nuevo disco Minor Love (2010) pero no se olvidó de sus grandes clásicos como Drugs, Bunny runch o The prince’s bed y aún más potentes sonaron Emily, Pay the toll y Nat King Cole mientras saludaba y chocaba manos con las decenas de fans que abarrotaban las primeras filas… ¡incluso se atrevió a ceder el micrófono en varios temas para que coreasen sus conocidos estribillos! Artista humilde y cercano donde los haya que sorprendió cuando, por primera vez se lanzó al público recibiendo, como era de esperar, el apoyo -literal- de todos los fans que pudieron sujetarlo durante breves instantes.

Tras este recital más cercano al rock clásico de los 70 y totalmente empapado en sudor, Green decidió tomarse un mercecido descanso y deleitar a los asistentes con tres temas de su nuevo disco, esta vez sí, al más puro estilo folkie intimista.

Y como todos sabemos, tras la calma, de nuevo la tempestad y una vez descansado, hidratado y a pecho desnudo, Green volvió a convertirse en un desenfrenado Jekyll para interpretar Friends of mine, Dance with me, Morning after midnight y, como no, el esperdísimo y tarareado tema dedicaco a Jessica Simpson, Jessica entre los cuales, de nuevo decidió lanzarse al público esta vez con algo más de seguridad y carrerilla, de nuevo le salió a pedir de boca; incluso parecía estar compinchado con el público porque mágicamente le devolvían al escenario en el momento indicado para constinuar con el estribillo de los temas.

La noche acababa, pero el público, desenfrenado y contagiado por la fuerza de Adam Green pidió un obligado bis que gustosamente nos regaló compuesto por I wanna die, la quasicountry Choke on a cock,  y de nuevo volando hacia el público con una confianza superior a la que tendría superman con ‘Baby’s gonna die tonigh’.

Noche de rock puro en la sala Boite de la mano que gustó tanto a los indies, como a los rockeros de toda la vida pero, sobre todo, sorprendente y de agradecer que en su directo, el joven Green se anime a ofrecer al público algo distinto a lo que escuchan en sus discos… ¡ya podían aprender otros!

De diez.