24 abril 2024

Hace aproximadamente un mes, nuestros compañeros de Indiespain publicaron una crónica constructiva a cerca del nuevo público que se movía  en el Día de la música de Madrid. Bien. Siguiendo el hilo de aquella publicación, al final de esta crónica daremos nuestra opinión al respecto sobre la gente que acude a este tipo de eventos atraídos por un modelo de negocio irresistible y barato: sol, playa, fiesta, chicas/os, y por último, algo de música. Y es que 50.000 sounders son muchos sounders…

Para empezar, hablemos de lo que nosotros entendemos por  la esencia del festival, la música y los grupos que nos la ofrecen, que han sido muchos y de buena calidad. Además, el sonido de los grupos ha sido excelente existiendo a su vez, una perfecta coordinación entre escenarios para que no se solapara ninguno de los conciertos principales empezando todos de manera puntual, lo que nos ha facilitado a todos la labor.

Nuestro periplo músical de cuatro días comenzaba el jueves día 2, y nada mejor que estrenarse con unos viejos conocidos, los madrileños Hola a Todo El Mundo. La verdad es que siguen sonando estupéndamente, pero como les ha pasado a muchos de los grupos, han perdido la gracia sobre el escenario. Ya no lucen sus disfraces característicos que les daba ese toque especial y además, sus nuevas canciones han dado un giro bastante importante hacia el lado más ‘british’ perdiendo la esencia folk de la que hacían patria. Aún así, sus temas ‘A movement between two‘ y ‘León Comunión’ siguen haciendo las delicias del público que los escucha en directo. Tras darnos una vuelta por el mastodóntico recinto de asfalto y tierra, escuchamos de fondo a los murcianos de Second en el escenario principal. Mientras, nosotros regresabamos al otro escenario para vivir un momento como su propio nombre indicaba…’Legendario’. Y es que el grupo ganador del concurso nacional de bandas emergentes para el Arenal Sound eran ni más ni menos que nuestros paisanos de Cosmic Birds. Sus cuatro componentes tomaron la alternativa de los macrofestivales de la mejor manera posible, ofreciendo un concierto con un sonido ideal e interaccionando con el público a base del gran desparpajo de su cantante Mario, que con toques risueños de pompas de jabón y un peluche de conejo, dejaba así, los nervios de la gran cita como una mera anécdota. Fruto de la calidad que atesoran, temas como ‘Manatees’ o ‘Down to the city‘ engancharon a la gente que se acercaba a escuchar la música folk de este grupo por primera vez dándose así  a conocer para tomar posiciones dentro de esta reñida escena musical.

Y de unos jóvenes principiantes sobre las tablas de los festivales pasamos a unos expertos que se las saben todas. Love of Lesbian ofreció en su concierto del Arenal Sound un repertorio de intenciones acerca de su nuevo disco queriendo ofrecer una imagen mucho más madura y sin tantas excentricidades como nos tenían acostumbrados en sus anteriores giras. Sinceramente, no les pega. Sus nuevas canciones se ven claramente superadas por el jolgorio que suponen sus hits más conocidos como ‘Club de fans de John Boy’, ‘Incendios de nieve’ o ‘Algunas plantas‘ que producen un ‘efecto locura’ entre las masas de incodicionales lesbianos que cantan sus canciones como si no hubiera mañana.  Siguiendo el ritmo de la noche, nos encontramos con una de las anécdotas curiosas del festival y es que el grupo catalán Mendetz, a parte de cantar sus temas electropop más conocidos y bailables como el ‘Freed from desire‘, sorprendió a todos los Sounders cuando subieron al escenario a la artista Nawja Nimri para que les acompañara en dos de sus temas. Siguiendo el ritual electrónico, subimos de nivel y nos acercamos al escenario Desperados para disfrutar de una de las actuaciones más gratificantes del festival. Hablamos de los ingleses Metronomy. Sus temas en directo suenan mucho más electrónicos que en el propio disco y fruto de ello, fue la gran respuesta y acogida del público sounder ante uno de los conciertos del festival. Por supuesto que ‘The Look’ y ‘The Bay’ fueron unos de los temas más coreados.  El nivel de la noche seguía aumentando y ¿Quién mejor para acabar de reventar el primer día? Si, el grupo de los mil premios. Los eclécticos y fastuosos Columpio Asesino hipnotizaron a los sounders ofreciendo un recital de sus temas más conocidos metiéndose en el bolsillo a los allí presentes. Sin duda, que los de Pamplona ofrecen uno de los shows más completos, sin grandes excentricidades pero con un potentísimo directo. Corriendo para no perder comba, ibamos a encarar con alguna reserva el último concierto de nuestra noche, el de los ingleses Crystal Fighters. Sorprendió escuchar que los miles de Sounders que se acercaban al escenario principal, se supieran todas y cada una de las letras. Sonido impecable para un espectáculo de muchos kilates además de cañero, con sus temas de más renombre como ‘Plage’, ‘At home’ o ‘I love London’. Y hasta aquí el recuerdo del primer día donde por volumen de gente se llevaron la palma ‘Love of Lesbian’ pero donde los grandes triunfadores de la noche fueron El Columpio Asesino, Metronomy y Cosmic Birds. Pero… aún faltaba el toque especial del festival, y para describirlo me voy a apoyar en una de las películas de mi adolescencia, Los Gremlins. ¿Os acordais que a Gizmo pasadas las 00.00h si se le mojaba se reproducía en nuevos Gremlins malos y feos que sacaban el lado más negativo y gamberro del dulce Gizmo? Bien, pues extrapolado a la esencia del festival, se podría decir que aquí pasaba lo mismo. Pasadas las 04.00h de la mañana, el festival y los alrededores se convertían en un auténtico recinto de ‘música poligonera’ (Entendiendo el término ‘poligonero’ como aquella música que se escucha en los maleteros abiertos de los coches a todo trapo a altas horas de la madrugada en los alrededores de las principales discotecas de los polígonos de las ciudades) más propia de un reportaje de Callejeros que de un festival de música alternativa, momento que aprovechábamos para ir a descansar y reponer fuerzas.

Tras la sesión rutinaria de playa y tostada de piel, nos encaminábamos para ver que nos iba a deparar la jugosa jornada del viernes 3 de Agosto en Burriana. Comenzabamos esta nueva oleada de conciertos en el Arenal Sound escuchando los últimos temas de la siempre dulce Anni B.Sweet. Siguiendo con los símiles cinematográficos, de repente se nos apareció un Jumanji de púberes y prepúberes corriendo despavoridos para coger sitio en las primeras filas para ver a uno de los iconos de este movimiento nacional, Supersubmarina. Y eso que eran las 21.00h! Los jienenses ofrecieron uno de los conciertos más flojos del festival a pesar de la locura que se vivía dentro del ambiente sounder, que coreaban cada estrofa interpretada por ‘Chino’. Sin salirnos de la escena alternativa andaluza, en el escenario Legendario, vivimos otro de los conciertos de este Arenal Sound 2012. El de los sevillanos Maga. Miguel Rivera y su banda ofrecieron un concierto muy potente y a la vez emotivo, demostrando así, que la experiencia es un grado y conectando al instante con el público presente (quizá uno de los conciertos con menos afluencia de gente pero con más calidad del festival) que hizo un perfecto coro con canciones como ‘Agosto Esquimal’ o ‘Diecinueve’. Sidonie por su parte ofreció un espectáculo de lo más normal. A pesar de tener un potente sonido, las excentricidades que realizan Marc y los suyos sobre el escenario le restan potencia musical a la banda, convirtiendo por momentos su concierto en un auténtico desfile de egos más que de canciones. Aún así, no faltaron sus temás mas conocidos como ‘Fascinado’ o ‘Giraluna’. LLegaban las 00.45h y les tocaba el turno a los artistas internacionales. The Sounds convencieron. A pesar de que sus canciones no sean lo más animado del momento, el carisma de su cantante Maja Ivarsson hace que los conciertos de estos suecos sean una auténtica fiesta continuada. Da igual que se pase todo el concierto escupiendo o insultando o tirando pitillos encencidos al público… lo importante es que cuando suenan temas como ‘Living in America’ o ‘Tony the beat’ la gente se acalora y no para de saltar y bailar. Kaiser Chiefs era la gran apuesta british pop-rock de la jornada del viernes e hicieron honor a tal responsablilidad. Los de Leeds dieron un concierto redondo tanto en lo musical, centrándose en los temas más populares y de más pegada, como en la comunión con el público. Fruto de esa conexión, su cantante Ricky Wilson se subió en lo alto de una de las estructuras que sujetaba el escenario principal causando el delirio del público presente que no paraba de saltar con temas como ‘Ruby’ o ‘Everyday i love you less and less’. A la finalización de su concierto y tras vivir un periodo de impás con Dj Amable, llegaron las 04.30h para vivir uno de los momentos que se nos quedará marcado para toda la vida. Ver las hordas de gente ‘poligoneando’ al ritmo de unos ruidosos Crookers fue un espectáculo que no podría describir con palabras… solamente me viene a la cabeza el famoso vídeo del ‘pim pam toma lacasitos…’.

LLegaba el sábado 4 de agosto y con ello el día grande de este Arenal Sound 2012.  Comenzamos en el escenario Legendario con una de las bandas que viene pegando muy fuerte en los últimos tiempos. Grises, ofrecieron un concierto con muy buenas maneras, tocando todos las teclas de manera acertada, fruto de la proyección ascendente que llevan. Un buen sonido, un setlist divertido y ameno donde mezclaron nuevos temas con sus ya míticos ‘Plástico eléctrico’ y ‘Parfait’ entre otros,  que hizo que el público no se cansara de saltar y bailar en ningún instante. Además, pudimos observar un derroche constante de energía y ganas de este quinteto de Zestoa  a pesar del incesante calor que hacía a las 20.00h de la tarde. Tras Grises, nos trasladamos al escenario Desperados para ver el espectáculo de los noruegos Kakkamaddafakka. Y es que estos chicos están demostrando el reciente éxito que ha tenido su segundo disco dentro de nuestras fronteras a base de un espectáculo divertido, potente y lleno de ritmo que hizo que los miles de sounders allí presentes se marcharan con la sensación de haber visto otro de los grandes conciertos del festival. Lori Meyers es uno de esos grupos que lleva por bandera el mesaje del antiguo anuncio de una marca de cervezas, ‘Donde van, triunfan’. Y es que Noni y los suyos a pesar de tener trillado ya la fórmula de sus conciertos, siguen amasando más y más éxito cada día que pasa. El desparpajo, carisma y facilidad con la que contectan con el público siempre fiel, acompañado de los temas que les han hecho famosos, hacen que cada concierto sea un chute de energía cual poción mágica de Panoramix. Repasando su discografía con temas como ‘La mujer esponja’, ‘Hostal Pimodan‘, ‘Luciérnagas y mariposas‘ o ‘Mi realidad‘ logran una sintonía de locura y desenfreno que siempre acaba con Noni descamisado cantando el tema con más pegada de su discografía, ‘Alta fidelidad’. Tras el turno de los granadinos y tras tomarnos un descanso merecido, volvemos a conectar con la escena española alternativa de la mano de otro de los clásicos de los festivales, Catpeople. Los vigueses sonaron bien, sin fallos, con un setlist pop-rock repasando sus éxitos como ‘Mexican Life’ o ‘Radio’ pero la hora que era y teniendo en cuenta que después de ellos tocaba la gran atracción musical de este Arenal Sound, supuso que el concierto quedara un poco descafeinado.

Y es que a las 02.45h de la madrugada, en el escenario principal, se producía el momento más esperado del festival, Two Door Cinema Club salían al escenario antes miles de sounders locos por cantar sus temas más conocidos. Minutos antes de la actuación, tuvimos el placer de compartir en la rueda de prensa de estos jovencísimos chicos unos momentos donde de manera calmada, ofrecieron una imagen de chicos formales abrumados por el éxito de su único álbum hasta el momento. El concierto contó con los alicientes perfectos para triunfar. Un sonido impecable donde las guitarras se coronaban por encima de todo, un público entregadísimo a la causa coreando sin parar sus canciones y un setlist que mezcló sus éxitos como son ‘What you know’ (que empezó de manera pausada y embaucadora) o ‘I can talk’ el tema más movido y con más fuerza de la banda de Irlanda. Por ponerle un ‘pero’ a la actuación, he de decir que no estuvieron ni demasiado comunicativos con el público ni hicieron muchos guiños para conectar con la masa sounder, además de todo esto, su despedida sobre el escenario nos dejó un poco con las ganas de más temazos. Aún así, también fue otro de los conciertos de más calidad del festival. Tras la descarga de indie pop-rock de TDCC, le tocaba el turno a la electrónica como venía siendo costumbre, esta vez de la mano de Felix Da Housecat que hizo las delicias del público que llevaba toda la noche esperando ese momento para salir de la madriguera y ponerse a bailar.

El domingo 5 de agosto comenzaba con un considerable descenso de público en el ambiente sounder que se arrastró a lo largo de los conciertos de la noche, cosa que se agradeció a la hora de disfrutar del espectáculo musical sin el agobio vivido en los días anteriores. En la jornada dominical vivimos la reivindicación de dos bandas amantes del Rock&Roll, aunque cada una a su estilo. Corizonas nos ofrecieron a las 21.00h un concierto sublime. Se nota que la unión hace la fuerza y que la experiencia es un grado ya que como banda han alcanzado el culmen instrumental y eso se demuestra con las auténticas exhibiciones que derrochan estos grandes músicos. La implicación con el público corre a cargo de un siempre incombustible J.Vielba, que amenizó de lo lindo a los sounders con sus ingeniosas palabras de aliento a pesar de que el público presente no estaba acostumbrado a estos lares del country-surf rock.  El concierto vivió sus grandes momentos de éxtais con ‘Piangi con me’, ‘Run to the woods’ y ‘I’m alive’ como canción de despedida. Quienes también reivindicaron el Rock&Roll fueron los madrileños de Layabouts. Se puede decir que Jon y los suyos no se dejaron ni una pizca de energía por ofrecer al público con su rock casi heavy, tirando de grandes dosis de guitarreo del duro en temas como ‘To The End’, ‘Fire’ o ‘Rollercoaster’.  Su cantante Jon Arias, se metió al público en el bolsillo a base de las interacciones en las que pedía más violencia musical con la formación de corrillos de locura y saltos de melena al viento. Entre estos conciertos de Rock, vivimos otras dos actuaciones que nos dejaron un poco insulsos. Clap your hands say yeah ofrecieron un espectáculo soso para una banda que tiene un gran potencial. Los americanos no supieron ni lograron conectar con el público en ningún momento,  quedando su música indie en una mero paso sin pena ni gloria. Para el concierto de los de Manchester The Ting Tings, podríamos decir que fue uno de los conciertos que más gente recabó en la noche y que no faltó movimiento entre los sounders, pero las canciones dance-punk de este dúo producen un efecto repetitivo que acaba por desmitificar sus actuaciones. Eso sí, ganas le pusieron sobre el escenario, tratando de llevarse al público presente a su terreno leyendo un manuscrito en castellano y a base de sus temas más conocidos como ‘That’s not my name’.

El plato fuerte internacional del domingo corría a cargo del trío ingles de ‘The Wombats’. Un muy buen directo acompañó en todo momento a los de Liverpool que estuvieron muy graciosos durante su actuación de indie pop-rock, interaccionando continuamente con los sounders y diciendo excentricidades en castellano. En cuanto a su música, decir que The Wombats fueron otro de los grandes triunfadores de este Arenal Sound, ya que lograron atraer al público y divertirle  con un repertorio de lo más bailable con temas como ‘Let’s dande to Joy Division’ o ‘Tokyo- vampires & wolves’. Para concluir, es reseñable relatar que además de estos dos escenarios, existía la posiblilidad de ir al Beach club donde se alojaba el escenario Coca-Cola y donde actuaron grupos de la talla de Hoy muero Viernes. Y hasta aquí la crónica de las actuaciones de las que pudimos disfrutar en esta edición del Arenal Sound 2012 en Burriana.

Antes de cerrar este capítulo veraniego, me gustaría hacer una reflexión constructiva acerca de la esencia de este festival. Cabe reseñar la excelente organización de los conciertos, el trato recibido como parte de la prensa y la infraestructura a disposición de los sounders tanto dentro del recinto de conciertos como fuera en el camping aledaño, pero me queda una pregunta sin resolver después de estos intensos cuatro días de música. ¿La gente viene a Burriana para escuchar y disfrutar de la música? En mi opinión, no ( O no todo el mundo). Logicamente parto de la base de que no se puede meter en un saco a las 50.000 personas que abarrotaron el festival diariamente y que la opción individual que ejerce cada persona está fuera de todo juicio, pero haciendo un muestreo de opiniones y sensaciones, me parece que el bajo coste de las entradas con la cantidad de espectáculos alternativos como la playa, el barco, el recinto y la numerosas relaciones sociales, son un reclamo mucho mayor para el público que la música en sí. Y esto me lleva a otra pregunta, ¿La organización es consciente de ésto? O simplemente no tenemos que ir más allá y sólo hacernos una reflexión ¿Está de moda irse de festival alternativo?. Seguramente sean preguntas sin respuesta ya que existen de fondo factores incontrolables, pero en sí, la esencia de este festival se parece más a una fiesta veraniega de costa que a un festival de música independiente.

Otra de las reflexiones  a raíz de esta última va entorno a el cartel de algunos grupos… ¿Es totalmente necesario meter tanta ‘electrónica poligonera’ para este tipo de festivales? En mi opinión, la organización de festival tendría que replantearse ciertas contrataciones para no pasar de un festival puramente alternativo a una fiesta de polígono industrial en la misma noche.

Los datos oficiales muestran que ha habido un aumento del 15% de público asistente con respecto a la primera edición vivida el año pasado llegando a una cifra global de 250.000 personas en los cuatro días de festival. Lo cual, me lleva a otra reflexión. Si el año que viene dejáramos el mismo concepto de festival con su playa, piscina, camping, etc. y metieramos un cartel mucho más comercial con grandes nombres de las radiofórmulas… ¿Subiría la afluencia de gente otro 15% más?

A continuación os dejamos un elenco de imágenes de las principales actuaciones del festival  Arenal Sound 2012

2 comentarios en «Crónica del Arenal Sound Festival. Burriana (Castellón). Agosto 2012»

  1. Hordas, hordas, hordas y hordas de prepuberes!!!!!!!

    Gran crónica, totalmente de acuerdo en todo

  2. Estimados señores de notedetengas.es,

    mi nombre es Manuel Jurado, y les remito este comentario para ponerles en conocimiento de la página de Facebook “Arenal Sound 2012: La gran estafa”: https://www.facebook.com/ArenalSound2012LaGranEstafa

    La página fue creada justo a mi llegada del Festival, para relatar y que no cayeran en el olvido todas las malas situaciones vividas por muchos de los visitantes por culpa de una organización del Festival pésima; de la misma manera, se reflejan experiencias no solo personales, sino de terceros que han querido aportar información gráfica o textos donde relatan casos realmente denunciables.

    La dejo a su disposición concretamente, con el conocimiento de que en su día el periodista Javo Morla Marzo reflejó información sobre el Festival Arenal Sound. Si necesitaran cualquiera información más, no duden en preguntar.

    Un cordial saludo y gracias por su tiempo,
    Manuel Jurado

    -(he remitido este mismo texto por email, pero me da error)-

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