20 abril 2024

van morrison liceu

El norirlandés Van Morrison actuó el pasado día 19 en su único concierto en nuestras tierras en un emblemático recinto como es el barcelonés Teatro del Liceu. Parece ser que el solista le ha cogido cariño a la plaza ya que en nueve años ha actuado tres veces en él (además de este año en 2006 y en su paso por el Festival Mil·leni de 2013).

A pesar de que las localidades fueron vendidas a un precio casi inaccesible, el recinto se llenó del todo con un público que pudo gozar de unas de las mejores voces de la música popular de nuestros tiempos. Y es que en el año que va a cumplir 70 años el “León de Belfast” goza de una potencia de voz que ha salido indemne al paso del tiempo y ese fue el eje central del evento. Eso y el elevadísimo nivel técnico de los músicos de acompañamiento que lo formaban bajo, guitarra, batería, teclista y viento y una solista femenina que hizo los coros y tuvo sus momentos de lucimiento.

Todo comenzó muy puntual – a las ocho de la tarde- cuando su banda entró para comenzar  a interpretar la instrumental “Celtic Swing” rubricada con el saxo de Van. Sin apenas saludar el concierto fue fluyendo de la mano de un sonido perfecto y compacto que se iba adaptando según las necesidades de las canciones.

Para nuestro gusto el repertorio no fue el idóneo, pues la entrada excesiva de versiones ajenas  para alguien que ha compuesto tantas buenas  piezas, junto con la gran relevancia de las canciones de partir de los ochenta cuando sus mayores logros fueron en los sesenta y setenta. No obstante nos hizo varias concesiones como el himno de los imprescindibles Them “Baby Please Don’ t Go”, eso sí incrustado en un meddley (junto a “Parcham Farm” y “In The Midnight” del disco “back On Top” de 1999) o una “Moondance” alargada con el arsenal jazzy sonando a las mil maravillas. Precisamente con tintes jazz surgió la esperadísima e icónica “Brown Eyed Girl”, aunque no acabó de convencer al respetable.

De lo más sentido de la noche fue la balada “Sometimes We Cry” adornada por los instrumentos y apasionada por el desgarro vocal del propio Van. En la misma onda soul sonaron  “Open The Door (To Your Heart)” y “Days Like This”, con su logrado ritmo de viento. ¿por qué esas y no otras más populares como “Have Told You Lately ” o  “Into The Mystic”?

Los momentos Blues llegaron con “Think Twice Before You Go” de John Lee Hooker, con una descafeinada versión del tema de Muddy Waters popularizado por Etta James ” I Just Want To Make Love To You”, y con “I Believe To My Soul” de Ray Charles versionada en su mítico concierto “From It’s Too Late To Stop Now” de 1974.

Su lado pop lo trajo la reciente “Magic Time”  y “Higher Than The World”,  sin olvidarnos de “Whenever God Shines His Light”que gravó en los ochenta junto con Cliff Richard, haciendo la coreógrafa las veces del cantante de “The Young Ones”.

Todo culminó en una desconcertante recta final desprovista de bises – salvo las idas y venidas del veterano músico – con “In The Garden” (del disco ” No Guru, No Method, No Teacher” del 86) y el rugir del himno garagero “Gloria” con un estribillo cambiado de tono. Fue ese el mayor momento de lucimiento de los músicos que alargaron la pieza, hicieron sus solos y nos distrajeron de la marcha del principal protagonista.

Quizás  a uno le quedó pendiente  haber escuchado mas temas como “Beside You”, “Bright Side On The Road”, “Jackie Wilson Said”, “And It Stoned Me” o “Domino” entre las mil maravillas que nos ha ido dejando a lo largo de los años, lo cual hubiera sido de locura;  pero no por ello dejamos de quitarnos el sobrero que tanto le gusta lucir, ante este tipo que a pesar del transcurso de los años nos sigue ofreciendo música en directo a un nivel que muy pocos pueden lograr. Zarpazos musicales de uno de los grandes.