La Joy Eslava, en Madrid, se puso guapa el miércoles, 30 de noviembre. Se llenó de bombillas y banderines para despedir el mes y la tercera edición de la gira “Los Cómplices de Mahou”. Izal y Modelo de Respuesta Polar ayudaron a decir adiós.
“Por si no nos habéis conocido, somos Modelo de Respuesta Polar”, aclaran al salir y después de que a Toni Garrido, haciendo las veces de maestro de ceremonias, se le haya escapado un “solar”. Se colocan entre las mesas y butacas, dando cara y espalda. Empiezan con ‘Momentos Similares’ y un “pedidnos lo que queráis”.
Con ‘Dos Amigos’ se tambalean las luces y nos acarician por el cuello. Pero sin tocarnos, pasando las yemas de los dedos un centímetro por encima de la piel. Borja Mompó se balancea y tararea. Ahora somos el resto los que nos tambaleamos.
Explican que hace dos semanas presentaron “justo ahí atrás” su disco “Dos Amigos”. “No sé si suena un poco obvio pero es muy fuerte para nosotros estar aquí después de lo que pasó ese día“. Mompó silba y hace cosas memorables con ‘Cosas Increíbles’. Abre los ojos viendo algo más que los demás y mira concentrado a Cristóbal Colom, guitarrista.
Se queda con toda la responsabilidad y la culpa de ‘Umo’. El daño de saber que están parando. Tocan bajito y buscando el silencio. Preguntan si alguien estuvo en ese concierto y un par de manos se asoman en el foso. “Somos un poco masoquistas”. Usan la parte más eléctrica de ‘La Juventud y el Tiempo’ para convencer a quienes hayan ido a ver a Izal.
Fabrican un colchón para ‘Crece’ con un punteo casi de nana. Interrumpe incluso el ruido de los obturadores. No a ‘El Cariño’, con el que compiten las palmas del público.
Dan las gracias y paso a Mikel Izal, comentando que no son conscientes de lo agradecidos que le van a estar en unos meses. “Me has puesto tierno, tío”, responde el aludido. “¿Qué tocamos?”, sigue y aclara que está todo preparado, pero que “mola” hacerse los espontáneos. Habían quedado en ‘La Guerra y las Faltas’.
“Qué respetuosos sois. Guardáis un silencio muy incómodo”, se queja Mikel cuando ya han se han sentado todos los miembros de su banda. Una palmada de Alejandro Jordá, batería, e Iván Mella, teclista, da la salida a ‘Copacabana’. Alberto Pérez, guitarrista, interrumpe pidiendo otra cerveza la justificación del uso del ukelele por ser el instrumento más barato. A las disculpas les sigue ‘Agujeros de Gusano’.
A Jordá se le sale la sonrisa por los costados y gira la baqueta entre los dedos en ‘Palos de Ciego’. No quieren ser menos que Modelo de Respuesta Polar y recuerdan que hace tres años tocaron en la sala de la calle Arenal. Dice Mikel que, como “salió bien”, ya puede contar que salió al escenario con “una fiebre altísima”. “Supuso mucho. Así que, por favor, id a las salas pequeñas”, pide.
Con ‘Magia y Efectos Especiales’ un murmullo va dejando de ser tímido, para hacerse grito en ‘Pánico Práctico’.
Apenas tienen que cantar ‘Qué bien’, así que aprovechan para bailar y hacer compañía al señor de la primera fila al que lleva tiempo estorbándole la silla.
Peréz comenta que ‘Qué bien’ iba a quedarse fuera del LP, porque “no encajaba”, pero después de un ensayo propuso no darle la espalda. “A mí me había servido como terapia, y podía servirle a mucha gente”.
Revelan además que “entre nosotros” está “la verdadera mujer de verde”. Cuenta como dedicatoria. Mirando hacia los lados disimuladamente, todos obedecen al “os podéis levantar si queréis”. Acelera la batería y nos rescata.
Llega el tiempo de los ruegos y preguntas. Vuelve al micrófono Borja Mompó y se une también la jugadora de baloncesto Amaya Valdemoro, para declararle su amor al vocalista de Izal y proponerle formar una familia.
Resueltas todas las dudas, suman fuerzas para ‘Pequeña Gran Revolución’. “Hay una cosa que nos une mucho a los dos, y es Antonio Vega”, dice Mompó refiriéndose a Mikel. Se han oído varias peticiones de ‘El Baile’, pero no se escucha ninguna queja cuando nos damos cuenta que lo que suena es ‘Lucha de Gigantes’.
Pese a que hoy hayan peleado en el mismo bando.
