23 abril 2024

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Voces desgarradas, baquetas que parecen de mantequilla y cierta sensualidad en el escenario que algunos verían y otros no fue lo que se pudo disfrutar el pasado miércoles en Moby Dick dentro de los Jägermusic Live Shots. Betunizer venían a presentarnos su Gran Veta y Juventud Juché les abriría camino. Ambos grupos venían con la misma formación: guitarra, batería y bajo, y con ganas de hacernos sudar.

Como una premonición, Juventud Juché abrirían con Zona Muerta. Y es que los que íbamos preparados para el pogo tuvimos que conformarnos con imaginárnoslo. Un público muy frío no supo responder a la energía que caía del escenario, que salvo en contadas excepciones fue unidireccional. Mientras tanto, el grupo almeriense-madrileño, que ya cuenta con un largo recorrido de conciertos tanto por la capital como por la zona levantina, fue desgranando las canciones de su EP Juventud Juché y su primer largo, Quemadero. Así pudimos disfrutar de canciones como Lacras, John Wayne o Derrotas, en las que Javier, el cantante, gritaba hasta que se le hinchaba el cuello y se apartaba del micro para retorcerse con la guitarra.

La amistad que une a los integrantes de la banda se hizo patente durante todo el concierto con miradas y sonrisas. Al final Javier, Arturo y Luis no son más que tres amigos pasándoselo bien. Claro que no a todos nos salen estas canciones punk con nuestros colegas. En su directo no se percibe ambición de ir a más, sólo las ganas de desatar la furia sobre el escenario y si de paso la desatan entre el público, mejor que mejor. La traca final con Defensa y Restos del incendio fueron buena muestra de ello. Media hora y trece canciones después, Juventud Juché abandonaba el escenario y nosotros pensábamos en que alguien les diera un chupito para recuperar las energías gastadas.

Los valencianos salieron al escenario agradeciendo la presencia de Juventud Juché, pidiendo un aplauso que el público no dudo en ofrecer. Aún así, Betunizer parecían bastante sorprendidos con el adormilamiento del personal. “Los miércoles en Valencia son mejores que los sábados”, dijeron hacia la mitad del set, como dando a entender que aquí les estábamos pareciendo bastante muermos. Mientras tanto, ellos repasaban algunas canciones de Boogalizer y Gran Veta. Pablo Peiró al bajo acompañaba las canciones haciendo eses de amor con las caderas, como diría La Bien Querida. Y es que las canciones punk y hardcore de Betunizer deberían ir directas a todas vuestras listas de temas calientes. Cédric Caballos o Le Cock Sportif  con su “mete saca, mete saca, mete sacatelo” pueden servir como ejemplo.

Varias féminas se contorneaban en las primeras filas con Ford Carrillada mientras hacia la mitad de la pista el público acompañaba con su headbanging. Fue sin duda uno de los puntos fuertes de la noche junto a Aleluya o Imagina que matas a Jota donde, ahora sí, el público se acercaba al escenario animando a la banda y algunos iniciaban un tímido pogo que duraría solo estas canciones. Marcos Junquera a la batería se quitaba la camiseta llegando al final, mientras José Guerrero mostraba la suya de Unicornibot, con los que han compartido escenario en alguna ocasión.

Terminaba así una noche de punk patrio con dos tríos que derrocharon su energía sobre el escenario, pero en la que lo que realmente llegó a los allí presentes fue su simpatía y seducción. Betunizer estarán el próximo mes de marzo en el SXSW y a buen seguro podemos decir que lograrán meterse a más de uno en el bolsillo.