¿Podemos reírnos de lo que no hace gracia?
¿Reírnos por no llorar?
La risa, en el caso del burka, nunca es franca y abierta, consecuencia de un humor contestatario y salvador.
No puede serlo porque, bajo el burka, siempre hay un víctima, una víctima real.
Hay millones de esas víctimas. Y lo sabemos. Soportan un comportamiento medieval, del que no pueden ni imaginase cómo quitárselo de encima, del que ni se atreven a soñar con ser liberadas algún día, porque la lucha para la liberación tropieza con las estructuras mentales y sociales que tienen.
Para estas víctimas, la lucha no es teórica o ideológica, como puede ser en nuestros países, porque implica que cada una de ellas arriesgue su propia vida.
Rebelarse significa correr peligro de muerte.
Y el peligro es muy cercano, situado en el seno de la familia misma de “los que osarían” y “los que osan”.
Así comienza el prólogo de esté libro de humor gráfico editado por la editorial Norma. Este prólogo, de apenas cuatro páginas escrito por Anne-Marie Lizin, es, sin duda, lo mejor que nos aporta este libro. Burkamanía es un libro de viñetas, de humor gráfico, cuya temática se centra en el burka, el velo integral de color negro, que portan algunas mujeres islámicas. Su autor, JacPé, trata de hacer un recorrido por los tópicos que existen entre las personas del resto de culturas no islámicas, tratando de ridiculizarlos, y a su vez, tratando de ridiculizar, siempre mediante el humor y nunca desde la falta de respeto, tal comportamiento que atenta contra la igualdad entre hombres y mujeres.
El problema que vemos en esta obra, es que JacPé, acaba cayendo el mismo en esos tópicos de los que pretende que nos riamos, tratando de buscar la risa fácil, y obviando por completo al lector inteligente, que trata de buscar en sus viñetas el mensaje que Anne-Marie Lizin intenta hacernos llegar en la introducción del libro. Se queda en la pura imagen. Nos habla de la imposibilidad de individualizar, de la imposibilidad de reconocer, de cómo vemos nosotros eso desde fuera, pero echamos de menos algo más de profundidad.
La ilustración es buena, aunque no demasiado elaborada; está editado en color, sin embargo este no abunda más allá del azul y la escala de grises, en casi la totalidad de sus páginas.
Este tomo editado por Norma tiene un precedente en la editorial Glénat, un volumen que, también desde el humor gráfico, con un formato bastante similar, consigue tocar muchos más temas y logra darle un trasfondo mayor al asunto; el título de Glénat es Burka Babes, y su autor es Peter de Wit.
Me lo apunto. Cuando vaya a acomprar el próximo volumen de Zits le echaré un vistazo.