Crítica: Pandorum de Christian Alvart

Pandorum de Christian Alvart.

Sinopsis: Dos hombres despiertan en una nave espacial, no saben dónde están ni cómo han llegado ahí, ni siquiera recuerdan sus nombres. Descubrirán que la pérdida de memoria se debe a efectos secundarios de las cámaras de hibernación que los sustentaban. Poco a poco irán recordando que se encuentran en una misión crucial para la humanidad: son los responsables de llevar a buen rumbo a la última colonia de seres humanos. Sin embargo, la situación a bordo de la nave no es la que esperaban. El resto de la tripulación se encuentra desaparecida, los sistemas de la nave apenas responden y por los pasillos y corredores se escuchan ruidos extraños. Parece que hay alguien más a bordo…

Crítica: Este terrorífico thriller de ciencia ficción nos pone en las carnes del Cabo Bower (Ben Foster), que guiado por el Teniente Payton (Dennis Quaid), se adentrará en las profundidades de la nave para desvelar sus más oscuros secretos. A primera vista, parece que nos encontramos ante una mezcla entre Alien y Solaris. En esta ocasión, los aliens han sido sustituidos por unos mutantes, y no será Pinbacker el único que se vuelva loco y decidida asesinar a todo el mundo en vez de cumplir su misión, sino que el síndrome que da nombre al film, jugará con las mentes de la tripulación y de los espectadores. El director, Christian Alvart, intentará cautivarnos desde el primer momento. Quizá sea el hecho de no revelar el argumento desde un principio lo que consigue engancharte a primeras, pero en cuanto se unen algunas piezas del rompecabezas, se pierde el interés de una forma exponencial. Las escenas de acción suceden a una velocidad tal, que en muchas ocasiones no sabes ni lo que estás viendo. No puedo evitar pensar en los cómicos “murlocs” del World of Warcraft cuando veo a los mutantes, que producen más risas que gritos de pánico. Tengamos también en cuenta que la historia transcurre unos cientos de años en el futuro, que van a bordo de una nave espacial, y que cuentan con una tecnología muy avanzada. Sin embargo, el protagonista no se despegará de su pequeña linterna de toda la vida en ningún momento, y parece que sin ella, ninguna de las hazañas de su personaje sea posible. En algunos momentos, si se cambiase la steady-cam por una videocámara en mano, pensaríamos que estamos viendo la versión futurista de The Blair Witch Project… Parece que los productores ya sabían de antemano que la película no iba a ser un taquillazo, ni mucho menos, por lo que no dudaron en incluir en el reparto a una atractiva amazona ligerita de ropa (Antje Traue), cuyo generoso y voluptuoso escote protagonizaría más de un primer plano. La siempre maravillosa actuación de Dennis Quaid, junto con el frenético ritmo de la película que no te deja descansar ni un momento, es de lo poco que salva a la película de un catastrófico suspenso.

Calificación: 5/10

por Gix

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