19 abril 2024

Dorian Wood (1)

Es difícil llegar a encontrar artistas que aporten un granito de separación en un mar de músicas donde casi todo está inventado, pero siempre hay proyectos sorprendentes, la creatividad y la capacidad artística de muchos grupos y cantantes es ilimitada en ocasiones , y es así de donde surgen genios de la talla de Dorian Wood, que volvía el pasado mes a nuestra ciudad con Son Estrella Galicia.

Este tipo grandullón fortaleció su carrera al amparo de los bares gays de Los Ángeles, de ahi a su paso por Teatros , Conservatorios y pequeños y grandes recintos , hubo un largo trabajo pero un reconocido y meritorio éxito que le volvía a traer de nuevo a nuestro país tras su triunfal paso por el Teatro Del Arte.

La sala El Sol se engalonó con la visita del californiano, sofás y asientos para la ocasión, aunque no nos libramos de ver el espectáculo de pie, para un recinto que no presentó lleno pero si lo rozó.

Desde los primeros acordes el excentricismo y la experimentación hacen sumir al espectador en un sueño donde son balanceados por bombos avernales, por voces de ultramundo que nos atraparon sin embargo angelicalmente, un viaje donde los sentidos son comandados por esa masa que rebosa arte y toma el nombre de Dorian Wood.

No son pocas las influencias que podemos recoger en sus shows, desde Tom Waits a Antony & The Johnsons, largas piezas que son orquestadas por una banda impoluta se entremezclaron con canciones más cortas que no hacen sombra a tan eclécticas composiciones, así iban desfilando ‘La Cara Infinita’ , ‘Down In The Canyon’ o ‘Glasellalia‘ dejando además que la magia fluyera en los coros con su acompañante femenina.

Una pequeña mezcla donde la peculiar opera formada para la ocasión se venía arriba con cortes de la talla de ‘Down, The Dirty Roof’ o ‘A Gospel of Elephants/Hpssos’. Un repaso a su diversa discografía que no paró de dejar boquiabiertos a los espectadores rendidos ante el desparpajo del intérprete, que zarandeaba esa chorro de voz llenando por completo cada rincón de la sala. Como postre el angelino nos ofreción una revisión de ‘Caballo Viejo’ para que esa piel de gallina, tardara al menos otro par de días en recuperar su textura.

Abriendo volvimos a encontrarnos a Charles Lavaigne , dominicano residente en Madrid, al que ya hemos podido ver recientemente por ejemplo en el directo de Barzin, y que volvió a ofrecer con su banda un set en el que entrelazó nuevos temas e hizo pasear a algunos de los visitantes que pueblan ‘Songs of Carlos Aguinaldo . Una elegante propuesta en la que el folk y la orquestada y cuidada instrumentación llenaron de calidez el comienzo de la velada.