19 abril 2024

El pasado mes pudimos disfrutar de otro de los directos de calidad programados por Heineken Music Selector en la Sala Sol para la ocasión juntaron a Pink Mountaintops y Wye Oak, dos bandas que cohabitan en esa basta extensión de grupos por descubrir que es Canadá.

Pink Mountaintops es la banda liderada por el canadiense Stephen McBean , donde participan también músicos de Black Mountain. Los de California tienen tres discos en su haber, “Pink Mountaintops“(2004), “Axis Of Evol“(2006) y “Outside Love“(2009). En su actuación en la Sala Sol, McBean vino acompañado a los teclados de Gregg Foreman (Cat Power, Delta 72…).

Dos personajes en mayúsculas, un carismático frontman barbudo ejerciendo una lección de rock en todas sus variantes y un teclista más propio de formar parte de The Horrors que de un experimento psico-country como el que ronda el trabajo de la banda, un combo que barrió la sala para casa, procesando un sano ejercicio de shoegaze-rock , folk experimental y clasicismo reinventado. Cerca de una hora estuvieron repasando su discografía. Oscuras baladas  ,véase  “Vampire“, hicieron buenas migas con temas como “Sweet´69” o “The Gayest Of Sunbeams“, mostrando influencias que van desde la Velvet a Ride. Distorsiones y efectos que no nos hicieron echar en falta a más miembros en escena. Americana y psicodelia combinada para abrir boca con un cocktail explosivo de primera que dejó a más de uno estupefacto.

Wye Oak, han facturado este 2011 un disco que les ha conseguido catapultar a otra liga, “Civilian” (Merge.2011) , tercer trabajo de este dúo de Baltimore  compuesto por Andy Stack (batería y teclados) y Jenn Wasner (guitarra y voz). En su primera visita a la capital (emocionados estaban) preveíamos mayor expectación, una sala que no se llenó pero que disfrutó sobremanera la potencia vocal de ella y el virtuosismo instrumental (batería y teclado una extensión de cada uno de sus brazos) de él. Influencias de Sonic Youth y Pixies en el aire, shoegaze y dream pop alterados por fieros riffs , ritmos etéreos y sonidos cristalinos que se quiebran inesperadamente.

De nuevo un dueto volvía a demostrar en la sala que no por llevar mucho más instrumento se suena mejor. Contundencia y fiereza, densidad y cambios de ritmo fulgurantes , imprevisibles y precisos, como bien firman en sus álbumes de estudio. Durante poco más de una hora hicieron especial hincapié en su último trabajo, el más coreado por el público sin duda, transformando temas emblemáticos y ya clásicos de este año contenidos en su nuevo trabajo.

Magnérrimos con “Civilian” y esas percusiones endemoniadas (ese bueno de Andy con cara de no haber roto nunca un plato…) exorcizadas por los punteos de Jenn más dignos de una banda metalera que de una bella damisela; acelerados con “Holy Holy” y dando otra vuelta de tuerca a los cambios de ritmo marca de la casa como en “Take It In“. En “That I Do ” y “Hot As A Day”  sacaron la mecha incendiaria y su fuerza instrumental, y nos mecieron con esa voz angelical en “The Alter”. Hacer que te retuerzas al ritmo de un sólo de guitarra con “Dogs Eyes” y levitar hasta volver a recuperar el sentido volviendo a la melodía es algo que sólo este dueto podía conseguir en directo.

Nos sorprendieron con su interpretación de “I Hope You Die” contenida en su EP “My Neighbor/My Creator” y cerraron con una versión de The Kinks  (“Strangers”). Si las críticas y el público les hace justicia, rondarán festivales y salas de mayor aforo en próximas (y esperadas) visitas a nuesto país.

Fotografías Cortesía de HeinekenPro. Fotografa : Carla Mir.