Fotografías propiedad de Jorge Taús.
Johnny Cash alguna vez dijo: “El éxito es la paz interior que encuentras al vivir tu vida de acuerdo con tus propias convicciones”. Este sábado, tuvimos la suerte de asistir a la novena edición del Huercasa Country Festival en Riaza, Segovia, en su segundo día, una experiencia auténtica y única lejos de los calendarios masificados con los mismos artistas cada verano. Como siempre, llegamos en el tradicional autobús desde Madrid-Moncloa, una suerte de peregrinación anual para los amantes del country. Al adentrarnos en el encantador entorno natural, recordamos que este evento es mucho más que música: es un punto de encuentro inmejorable para familias y viejos amigos, donde los lazos se renuevan bajo el cálido sol veraniego, aunque siempre refresca de noche, algo muy agradecido. No era extraño ver a conocidos de otros festivales, como el Azkena, reunidos aquí, o a los Hermanos Cubero, Fernando Navarro o Juan Fajardo, sin querer perderse otro año esta cita, mientras los más pequeños disfrutaban de un sinfín de actividades y nosotros explorábamos los puestos que ofrecían sombreros cowboys, en caso de haber olvidado el nuestro. La oferta gastronómica, con sus hamburguesas y mazorcas imprescindibles, añadió un sabor especial a la jornada, todo bajo la organización de Heart of Gold.
Este festival boutique destaca no solo por su entorno natural, sino también por la oportunidad única de disfrutar de artistas que no se ven en ningún otro escenario. Durante estos días, el Huercasa Country Festival dejó claro que el género country está viviendo una emocionante evolución, abriendo sus fronteras a una amplia gama de sonidos que incluyen blues, folk y, sobre todo, rock. Algunos asistentes, organizados espontáneamente en grupos, se entregaron a los bailes típicos, creando una atmósfera de camaradería y celebración que solo el country puede ofrecer. Es un evento que refleja cómo el country está aprovechando su momento de gloria, avanzando hacia una nueva era sin perder sus raíces. El Huercasa es, sin duda, un festival que honra la tradición mientras mira con entusiasmo hacia el futuro del género. Pero como la música es lo que nos interesa, vamos a contarles brevemente sobre los artistas que destacaron en esta novena edición, el 6 de julio de 2024, viviendo según nuestras convicciones.
La telonera de la gira de Jayhaws, Meghan Maike, abrió la jornada del sábado con una actuación que generó muchísimos aplausos y hasta un bis. Ataviada con una camiseta de flores, apareció en el pequeño escenario de la grada acompañada de su talentosa banda. Interpretaron temas de su álbum debut “Dead Horse Creek”, incluyendo los sencillos destacados “Redbird” y “Goodbye, I Love You”. Los primeros y valientes asistentes que llegamos al festival ignoramos el calor y, bajo la agradable sombra de la grada, disfrutamos de sus cálidas notas, creando un ambiente íntimo. Siguiendo la verdadera tradición del country, esta cantante y compositora canadiense ha encontrado inspiración en el camino, desde Montreal hasta Mississippi y ahora en Melbourne.
Después de animar la pista con el country line dance desde el escenario principal, Nat Myers, de origen coreano-americano, hizo su aparición en el escenario pequeño de la grada. Con su larga melena asomando bajo el gorro, su guitarra de latón para zurdos y su atuendo, junto con su voz, nos transportó a su tierra natal. Nat demostró que el blues está más vivo que nunca. Su estilo está profundamente influenciado por sus raíces en Kansas, Tennessee y el norte de Kentucky. Desde sus inicios rebeldes con skate y punk, hasta ser descubierto por Dan Auerbach y grabar “Yellow Peril”, Nat ha revitalizado el blues con letras comprometidas y una frescura que rejuvenece el género.
Mientras esperábamos a The Wonder Woman of Country, nuestro reclamo y atracción principal, la velada resultó muy agradable gracias a las bandas que actuaron antes que ellas. Los primeros en abrir el escenario principal fueron los elegantes y legendarios Nikis, el icónico grupo madrileño de los años 80, que resurgieron como un quinteto de música vaquera bajo el nombre de Los Nikis de la Pradera. Aunque su estética evocaba al juego de mesa Parchís (a excepción del que faltaba vestido de amarillo), nos sorprendieron gratamente con interpretaciones destacadas como “Mis amigos se han echado a perder” y “Soy un hater”. Del punk-rock al country sin perder el humor.
Continuando con la intensidad de la jornada, aparecieron Gospelbeach. Siempre causa cierta sensación ver a una figura tan emblemática como la de Brent Rademaker, previamente miembro de Beachwood Sparks y The Tyde. Incluyeron temas de su “Pacific Surf Line”, “Another Summer of Love” (2017) y “Let It Burn” (2020). Su enérgico directo y habilidades instrumentales en el Huercasa Country Festival consolidaron su reputación, que mantiene viva la tradición de la música americana con influencias contemporáneas.
La reaparición de Myron Elkins en el escenario el sábado fue aclamada por los asistentes, quienes esperaban ansiosos tras la cancelación del viernes debido a imprevistos meteorológicos. Su actuación dejó una impresión positiva en muchos, destacando la grandeza de su presentación. Hace aproximadamente dos años, captaron la atención de los titanes de la música en Nashville y firmaron con Low Country Sound de Elektra Records, donde grabaron su álbum debut bajo la dirección del productor ganador del Grammy, Dave Cobb. Con un equipo de músicos de primera línea, Myron Elkins deslumbró con un sonido que resonó más fuerte de lo que muchos de los presentes en Riaza habían anticipado.
Alrededor de las 23:15 llegó el momento más esperado para nosotros cuando tres artistas excepcionales hicieron su entrada en el escenario bajo el nombre de The Wonder Woman of Country: Kelly Willis, conocida por su voz única y habilidad para mezclar el country tradicional con influencias contemporáneas. Celebramos juntos más de 25 años en la música; Melissa Carper, destacada por su virtuosismo con el contrabajo y autenticidad interpretativa en el country y el bluegrass; y Brennen Leigh, famosa por sus letras ingeniosas y su habilidad para contar historias a través del country clásico, el bluegrass y el folk. Juntas, mostraron una paleta variada de colores que entrelaza el folk, el country, el bluegrass, el ragtime y el jazz. Se presentaron en The Bunker, un lugar donde la magia de la música en estado puro se hace presente, y donde grabaron con John Prine. Esta noche venían a Riaza con una banda internacional (Italia y España) y traían consigo su EP “Willis, Carper, Leigh”, el cual lamentablemente se agotó antes de que pudiéramos adquirirlo tras su actuación. Se les rogó un bis que no tuvo lugar debido al apretado horario.
La jornada del sábado culminó con A Thousand Horses, una banda estadounidense de country rock conocida por su fusión única de rock sureño y elementos de country. Encabezada por Michael Hobby, cuyo carisma es tan magnético como su voz y la espiritualidad de Bill Satcher, el guitarrista principal, canalizaron con cada tema un fantasma diferente del rock del pasado, sobre todo Tom Petty y Led Zeppelin. Estos tipos saben lo que hacen.
El Huercasa Country Festival fue un rotundo éxito, ofreciendo una selección diversa de artistas y momentos inolvidables para los fans del género. Desde las actuaciones llenas de energía hasta la camaradería entre los asistentes, el festival capturó la esencia vibrante y auténtica de la música rock y country. La propia Emmy Lou Harris, que se dejó caer hace años por el festival, dijo una vez: “El country me enseñó a cantar, me puso en un camino. Pero nunca iba a quedarme encerrado en una fórmula. No quiero ser considerado un artista de country actual“. Este es el nuevo espíritu del Huercasa Country Festival que dejó a los asistentes ansiosos por conocer más sobre su próxima edición. En Notedetenga estaremos atentos para ser los primeros.
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