Este pasado mes de Abril Panini ha sacado un tomo recopilando los 6 primeros números de una de las series más esperadas por muchos fans de la casa de las ideas. Se trata, como ya habréis podido imaginar, de la serie dedicada a “El Inmortal Puño de Hierro”. Pero antes de meternos de lleno con esta nueva serie es interesante ver de donde sale este personaje.
Corren los años setenta y Marvel afronta lo que se denomina la Fase dos de la Era Marvel (o por lo menos así la llama Raimon Fonseca en su texto introductorio en el tomo del que estamos hablando). Esta segunda fase busca seguir creando nuevos personajes que sorprendan al público y así evitar quedarse estancados con los personajes creados en los más que productivos años sesenta (recordemos a los 4 Fantásticos, Spiderman, Hulk, los X-Men, etc). A esta segunda ola creativa hay que sumarle el boom que supone en esa época las películas de Bruce Lee y todo lo relacionado con el Kung Fu. Así, Marvel se decidiría a crear una serie de personajes centrados en el mundo de las artes marciales que tanto fascinaban a occidente en aquella época. Entre estos personajes destacaban: Sang Chi Master of Kung Fu y, por supuesto, Puño de Hierro. Desde sus inicios Puño de Hierro ha contado con equipos creativos de gran nivel, como son sus creadores, Roy Thomas y Gil Kane, y más adelante uno de los mejores equipos que ha pasado por Marvel: Chris Claremont y John Byrne. Y así es como vemos a Daniel Rand (Puño de Hierro para los despistados) ir danzando por Marvel, primero con su serie propia, luego formando pareja con otro de los iconos populares de Marvel en aquella época, aunque esta vez centrado en el cada vez más concienciado colectivo afro-americano: Powerman, o sería mejor decir, Luke Cage. Aún con todo, Puño de Hierro acabó sin series propias con las que aparecer y con supuestas muertes con las que lidiar, todo ello debido principalmente a una mala gestión del personaje. Hasta ahora.
Los autores ilustres que se han atrevido a traer de vuelta a este personaje a la actualidad Marvel son, ni más ni menos, que Ed Brubaker y Matt Fraction a los guiones, junto con los dibujantes Travel Foreman y un más que sorprendente David Aja, vallisoletano para más señas. La serie también cuenta con las participaciones de dibujantes de la talla de Sal Buscema o con el increíble trabajo de Matt Hollingsworth como colorista.
Esta serie sirve tanto como puesta a punto del personaje, actualizándolo y enfrentándolo al status Marvel actual (Civil War y demás historias), como para afianzar la historia, orígenes y el concepto del personaje en sí. Me explico mejor. La historia que comienza en este tomo se divide en dos partes fundamentales, el pasado y el presente. David Aja se encarga de dibujar la historia del presente, la actual, la que nos trae de vuelta a Danny Rand con más fuerza que nunca, mientras que el resto de dibujantes invitados (principalmente Foreman) se encargan de relatar pequeños acontecimientos de los que llevaron el sello del Puño de Hierro mucho antes que Rand. De este modo Brubaker y Fraction nos muestran todo el universo que hay detrás de este personaje, dándole mucha más profundidad y preparando el terreno para el siguiente arco argumental de la historia (los siguientes 6 números) en los que Danny se tendrá que enfrentar de lleno con todo lo que ser el Puño de Hierro de la ciudad K’un-Lun significa.
Para terminar sólo quería destacar el increíble trabajo de David Aja en esta serie. El estilo que desarrolla en este tomo encaja perfectamente con el estilo de Brubaker (acompañado en este caso de Fraction). No sólo eso si no que consigue que las luchas (de las cuales hay muchas porque no hay que olvidar que este es un personaje que se dedica a pegar de tortas a los malos a base de Kung Fu) sean de lo más dinámicas y creíbles. Su trabajo rediseñando al personaje principal es otro gran punto a favor, junto con la composición de muchas de sus páginas (las primeras y últimas de cada número, por nombrar algunas pocas). Recomiendo leer la entrevista que le hicieron la gente de + Q COMICS, aunque lo que más me gustaría es verle en alguna sesión de firmas en esta ciudad en la que vive.
Sólo decir que hacía mucho que no disfrutaba así con un cómic de superhéroes, tanto por la calidad de la historia como por el increíble trabajo gráfico del mismo. Misterio al más puro estilo oriental, hostias como panes con todo tipo de técnicas Kung Fu (y alguna de Brooklyn), la vuelta de algún malo maloso olvidado junto con chinitas con muy mala gaita y mucho, mucho más. ¿Qué más se puede pedir?
Soy el Puño de Hierro. Rechazo la tormenta cuando nadie más puede hacerlo.
